Decidida a vencer el dolor

AutorDavid A. Keeps

Servicio de la revista US

Se necesita fortaleza y un optimismo que se lleva en la sangre para mostrar buena cara cuando hay que enfrentarse a una Navidad con el Grinch. Esto tiene poco que ver con el hecho de que la nueva comedia de Sandra Bullock, Miss Congeniality, en la que interpreta a una agente del FBI que se introduce en un concurso de belleza, vaya a intentar acercarse a la creación verde y peluda de Jim Carrey.

No, esta Navidad fue un asunto personal. Fue la primera vez que Sandra celebra las fiestas decembrinas sin su querida madre, Helga, quien murió en abril después de una larga lucha contra el cáncer.

"Sé que la Navidad se trata de algo más grande, pero ahorita no soy una persona lo suficientemente grande para verlo de esa manera", explica Sandra. "No quiero hacerlo. Es demasiado pronto. Las fiestas navideñas son algo que giraba alrededor de nuestra familia".

El suyo es un clan inusualmente unido, así como un sistema de apoyo profesional. Su padre, John Bullock, quien recientemente se mudó a Austin, Texas, la ciudad adoptiva de Sandra, con la intención de estar más cerca de ella, es quien maneja sus finanzas. Su hermana menor, la abogada Gesine, dirige Fortis Films, la compañía productora de la actriz.

En los últimos cinco años, la familia organizó la vida de Sandra -y su trabajo- alrededor de la enfermedad de su madre. Cuidaban a Helga en un asilo para enfermos terminales, y cuando llegó la hora, la trasladaron para que muriera en la casa familiar en el estado de Virginia.

"Cuando tienes a alguien enfermo en la familia, todo lo que haces gira alrededor de eso", afirma Sandra, con sus ojos color café comenzando a llenarse de lágrimas.

"Así que todos los días de Acción de Gracias acabábamos llevando una torta de pavo a un hospital. Llegamos a ser muy buenos haciéndolo. Y yo tenía algo que se suponía que tenía que hacer. Estuvimos allí hasta su último suspiro. Y ahora que ya no tengo que hacerlo pienso: 'Bueno. ¿Para qué sirvo? ¿Por qué estoy aquí?¡", expresa.

A pesar de sus sentimientos de pérdida, esta actriz de 36 años de edad está decidida a mantener con vida las tradiciones navideñas de su madre. Se pasó el Día de Acción de Gracias en Austin. Su padre preparó el pavo; Sandra intentó recrear la receta que su madre preparaba para el gravy "tan deliciosa que podías echarla en los zapatos y comértelos".

Para celebrar las fiestas decoró su casa en Noche Buena tal como su familia hacía en Salzburgo, Austria, cuando su padre...

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