Deciden en las urnas el futuro de Ecuador

AutorAlejandro Pairone

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QUITO.- Ecuador dará hoy el primer paso hacia una reforma de la Constitución que le permita acabar con el sistema político y partidario en severa crisis, y también marchar hacia un cambio probablemente profundo en el modelo de gestión del Estado.

Lo hará a través de una consulta popular en la que más de 9 millones de ecuatorianos votarán por "Sí" o por "No" para la instalación de una Constituyente con amplios poderes fundacionales para reestructurar las bases legales de esa nación andina.

La consulta ocurre cuando aún persisten los ecos de una crisis institucional que derivó en un conflicto de poderes entre el Parlamento y la justicia electoral, saldada en favor de ésta última tras casi un mes de parálisis legislativa y con medio centenar de congresistas destituidos por oponerse a la convocatoria.

Pavel Muñoz, profesor de Ciencias Políticas de las universidades Católica y Andina Simón Bolívar, dice que la reforma terminará con la politización de los organismos de control y reformulará el sistema político, pero también introducirá cambios en la estructura institucional y territorial del Ecuador. "En la doctrina política se debate una reformulación de la estructura de 22 provincias para ir a la regionalización, con 7 u 8 regiones, que nos permita instancias intermedias de Gobierno y mayor descentralización administrativa y política", adelantó.

El politólogo pide reformar los organismos de control del Estado y las instancias judiciales a fin de cambiar su condición actual de botín de reparto entre los partidos, que se las distribuyen según la representación surgida de los resultados electorales.

"El problema acá no es sólo constitucional sino de una lógica patrimonialista de la política fundamentalmente corporativa que facilita este cuoteo de las instituciones", razonó Muñoz, cercano al Presidente Rafael Correa.

En este punto coincidió el analista Paul Mena, de la ONG Participación Ciudadana, para quien la nueva Constitución debe crear instituciones del Estado capaces de quedar por encima de los intereses coyunturales.

"Los partidos olvidaron la mediación política y se convirtieron en burocracias que sólo atienden a sus propios intereses que están virtualmente cartelizados", criticó.

La demostración más reciente de ello fue en febrero, cuando el Congreso unicameral de 100 miembros aceptó convocar a la reforma constitucional, pero la condicionó a que no se le permita desplazar de sus puestos a los actuales legisladores.

Como la justicia...

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