Y todo debido a la basura

DURANTE LA tormenta de la noche del sábado, cuando la basura y los objetos que arrastraba el Arroyo de Osorio en Tonalá formaron un tapón y el cauce comenzó a desbordarse, Adriana Sánchez y su familia tuvieron que treparse a un árbol para salvar sus vidas.

Ahí estuvieron durante más de una hora, hasta que su casa se derrumbó.

"Nos llegó la corriente y ya no pudimos salir. Nos tuvimos que subir a ese árbol, porque la corriente estaba muy fuerte. No podíamos cruzar, ni nada", relató la mujer, cuyas pertenencias fueron arrastradas por la fuerza del agua, con rumbo a la Barranca de Huentitán.

A sólo una cuadra de distancia, Gloria Robledo de la Rosa, junto con ocho de sus familiares -cuatro de ellos menores de edad- abandonaron su vivienda en medio de la lluvia. El agua subió más de un metro; dos de los tres cuartos de su casa se colapsaron y también perdió prácticamente todo.

"No tenemos ni agua para seguir limpiar lo poquito que nos quedó, ni una estufa para hacer una olla de frijoles", dijo.

Las inmediaciones del Arroyo de Osorio, así como la confluencia de este cauce con el Arroyo de El Rosario y el espacio debajo de los puentes vehiculares que cruzan, lucían aún ayer llenos basura que se atoró en el camino, obstaculizando el paso...

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