Debate: ¿A dónde va el IFE?

AutorFernando del Collado y Marco A. Martínez

Dos resoluciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) terminaron con años de indefiniciones y derrumbaron viejos mitos. Obligados a acatar el fallo de los magistrados, los consejeros del Instituto Federal Electoral deberán fiscalizar las finanzas de los partidos y sancionar a los dirigentes que no cumplan con la normatividad. Y además, tendrán que intervenir en disputas por cargos directivos o candidaturas, cuando haya controversias.

Luego de casi seis años, el IFE está cambiando el orden de sus prioridades. Sus integrantes fueron el árbitro confiable en las elecciones que cambiaron al régimen y construyeron la credibilidad necesaria para declarar a un ganador sin provocar escándalos. Certeza fue la palabra clave en esta etapa.

Ahora, en la era del cambio, el término es la transparencia, aplicado sobre todo a las finanzas partidistas y a la normatividad interna.

Sólo que esas nuevas atribuciones -a ejercer por el IFE desde ahora y hasta la renovación de sus consejeros, dentro de año y medio- han traído más tensiones al ambiente político. Algunos ven a un árbitro que por fin asume funciones que no quiso desempeñar; otros temen a un juez poderoso, casi Ministerio Público.

El caso es que los consejeros electorales adquirieron nuevos poderes, pero están perdiendo la confianza de los partidos políticos y el IFE queda lejos de contribuir a la tranquilidad, la distensión y la concordia entre ellos.

Sobre estos temas que han venido a transformar el quehacer del IFE precisando y ampliando sus funciones, así como sus implicaciones en la vida de los partidos, hablan siete de los nueve integrantes del Consejo General del IFE. Se trata de Jacqueline Peschard, Gastón Luken, Jaime Cárdenas, José Barragán, Jesús Cantú, Mauricio Merino y Virgilio Rivera.

¿Qué cambió?

"No son nuevas responsabilidades, son nuevos instrumentos para poder reforzar su proceso de investigación, frente a cualquier denuncia sobre la forma de cómo están manejados los recursos dentro de los partidos políticos. Las responsabilidades del IFE están claramente establecidas en la Constitución y en la ley; no nos podemos arrogar nuevas facultades, atribuciones y responsabilidades".

Jacqueline Peschard

"Ahora que se ha alcanzado cierta regularidad de los procesos electorales, el IFE está ante la disyuntiva de asumir un papel menos protagónico, (ser) más un órgano técnico que sirva para el desahogo de los procesos electorales o tener una función más activa, visionaria. Si bien es más cómoda la primera, más natural, creo que estamos obligados a asumir y revalorar hacia dónde vamos, con la credibilidad que ha ganado. Hay que ser claro que el hecho de tener o ser dotados de los instrumentos legales, no asegura, de ninguna manera, que el problema se resolverá en automático. Abrimos una puerta, pero no sabemos cuántas más encontramos cerradas en el camino".

Gastón Luken

"Soy de la idea de que las facultades que otorgó el tribunal electoral no son nuevas, siempre las hemos tenido, aunque hay quienes lo niegan. De cualquier modo, nuevas o no, no perdemos la condición de árbitro de los procesos electorales y, en todo caso, las atribuciones nos obligan a que como árbitro investiguemos a fondo las faltas que se cometan durante el juego. El IFE será a partir de estos fallos un árbitro mucho más exigente para que se cumplan las reglas, tanto al interior de los partidos, que ellos mismos se han dado, como las de la legislación electoral. A nosotros nos toca dejar la casa limpia para el próximo Consejo".

Jaime Cárdenas

"No, no, no, de ninguna manera con estas atribuciones el IFE estaría convirtiéndose en un órgano con amplios poderes, en un Ministerio Público. La actividad de fiscalización es de tipo contable, que está regulada en leyes diferentes a las penales que rigen al MP y no somos ni queremos convertirnos en MP. Trabajamos con los insumos que nos proporcionan los partidos. Solamente cuando hay denuncia, se piden otros elementos para saber si existe una irregularidad. No entraremos en el fase penal. La nuestra es una actividad meramente administrativa. Las formas de investigación se parecerán, pero son muy diferentes".

José Barragán

"Nuestras responsabilidades no cambian en lo sustantivo, aunque ciertamente a partir de la sentencia el compromiso de llegar hasta las últimas consecuencias en el desahogo de las quejas y la fiscalización de los recursos es ineludible, pues ya no hay lugar a interpretaciones.

"Nunca he pensado que la función del IFE se limite a la de ser un árbitro imparcial, de hecho es difícil encontrar tareas de arbitraje dentro de sus facultades. Pero en lo que se refiere a la imparcialidad, que ciertamente es uno de los principios rectores de la función del Instituto pienso...

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