EN EL DEBATE / UdeG: ¿Exigencia o prestación?

Román Munguía Huato

El verdadero problema de la Universidad de Guadalajara (UdeG) es de naturaleza política, pues la profunda crisis general tiene como causa principal la absoluta carencia de espacios democráticos, dominada por un cacicazgo, impidiendo las decisiones colectivas para un buen funcionamiento académico, esencia del quehacer universitario. Su régimen antidemocrático y neoliberal privatizador es el motivo fundamental por el que existen demasiados problemas de índole académica, financiera y de gobierno.

Es la universidad de los escándalos, porque su cacicazgo se ha encargado de alejarla abismalmente de sus tareas sustantivas como la docencia, la investigación y la difusión cultural. Ha venido perdiendo la orientación hacia sus nobles fines, porque ha prevalecido un poder corporativo-autoritario con todos sus privilegios económicos y políticos. Ha prevalecido una política patrimonialista para beneficio de una camarilla muy ajena a los principios académicos de una universidad.

El escándalo del conflicto por los recursos financieros entre el gobierno estatal y las autoridades universitarias obedece a la profunda corrupción e impunidad de ambas partes. Ninguna de ellas tiene ni la autoridad moral ni política para denostarse mutuamente, se acusan verdades a medias, cayendo en el descaro y el cinismo, aunque parte de sus reclamos sean valederos. Es en este marco que debemos encuadrar el déficit presupuestario de la institución educativa y el reclamo -el ladrón gritando: "¡agarren al ladrón!"- de la insolvencia dineraria, ficticia o real, para pagar los aguinaldos a los cerca de 25 mil trabajadores universitarios. Es muy cierto que la Universidad requiere de mayor presupuesto, compartimos esta demanda legítima, pero siempre y cuando se destine a las necesidades académicas y cuyo manejo sea transparente.

La mayoría de los trabajadores universitarios no son privilegiados económicamente por recibir sus aguinaldos, como si lo es la burocracia "dorada" universitaria y gubernamental con sueldos exorbitantes y prerrogativas. Desde hace más de un mes el Consejo General Universitario, bajo control absoluto del ex Rector Raúl Padilla López, reitera que existe un "déficit en las finanzas institucionales", debido a que no ha recibido del Gobierno del Estado 701 millones de pesos; pero jamás dirá que dicho déficit también es resultado de un caótico y flagrante manejo discrecional del presupuesto que debería canalizarse estrictamente hacia prioridades...

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