En el Debate / TLC: Un nuevo reto para México

AutorAmado Villarreal González y Rafael J. Alonso Urrutia

Amado Villarreal González

Se han manifestado diferentes voces en el sector agropecuario para establecer su descontento con la apertura comercial que ahora aplica al maíz, frijol, azúcar y leche. La medida no es del todo popular, si consideramos que los productos mencionados basan su producción en economías rurales muy afectadas en las últimas décadas, producto de la aplicación poco acertada de políticas públicas.

Pero lo mencionado no sería objetable a no ser que nos encontramos a 14 años de haber puesto en práctica TLC, y que en este periodo de tiempo no se hayan acumulado políticas públicas coherentes que permitan a este sector participar de mejor manera de los beneficios del libre comercio.

A raíz de la puesta en marcha del TLCAN se aprecia una balanza agropecuaria deficitaria y creciente, que muestra que la oferta de productos primarios hacia nuestro País se ha incrementado y que el consumidor es el principal beneficiario de este proceso, al obtener una mayor variedad y calidad de productos a precios internacionales, es decir, menores.

Quien produce no ha obtenido los mismos beneficios. El TLCAN ha ofrecido diferentes plazos, según el producto, para que la oferta se ajustara a la nueva realidad, sin embargo, en 14 años se ha realizado poco a favor del pequeño y mediano productor. No se ha atendido al sector dotándolo de recursos financieros suficientes que permitan la reconversión hacia productos que presentan ventajas naturales para nuestro País o bien en la integración de cadenas productivas y la producción de bienes de mayor valor agregado.

La apertura agropecuaria nos obliga a buscar nuevos mercados, a diversificar la producción, a acceder a nuevas tecnologías y nos está obligando a dejar a un lado los productos donde no somos competitivos. Nos obliga a unirnos como productores, pero no en el sentido de la manifestación política, sino en la manifestación de la producción, del emprendimiento y del comercio. Hoy se muestra nuestro escaso capital social con contrastes a lo largo del territorio nacional, nuestra reducida capacidad como productores para asociarnos integralmente para repartirnos riesgos, beneficios y compartir una visión de lo que deseamos que sea el nuevo campo mexicano.

Los retos del sector agropecuario siguen siendo grandes pero alentadores, consisten en la búsqueda de mercados y el desarrollo de nuevos productos para atender la demanda del mercado global; hortalizas, frutas, productos pesqueros y cárnicos, por...

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