EN EL DEBATE / El sexenio que se despide
Alonso Ulloa
En 1972, en ocasión de la visita de Richard Nixon a China, Henry Kissinger preguntó al primer ministro chino, Zhou Enlai, su opinión sobre el impacto de la revolución francesa en la cultura occidental. El ministro chino respondió que, habiendo pasado apenas 200 años, era muy pronto para opinar.
Opinar sobre 18 años de gobiernos del PAN en Jalisco, a sólo una semana de la conclusión de éstos, en medio de la euforia de los vencedores y la tristeza de los derrotados, resulta por demás complicado y difícilmente objetivo.
Me ha tocado vivir de cerca mucho de esa historia. La comencé a vivir a los 12 años de edad, cuando mi padre iniciaba un negocio propio, con muchos planes e ilusiones, y apenas unos meses después quedaba prácticamente en la ruina gracias a una devaluación que habría de sumir en la desesperación a la gran mayoría de quienes vivíamos en este país.
Me tocó vivirlo al acompañar a mis padres a votar en un día de elecciones en 1979, y escuchar en la fila a la gente diciendo "no importa por quién votes, ya sabemos que la elección se la va a robar el PRI".
Me tocó vivirlo al ver repetirse la crisis económica que nuevamente desesperaba a mi padre y que nuevamente destrozaba los sueños de cientos de miles de mexicanos.
Para entonces tenía ya 18 años, y decidí participar. Y entonces me tocó vivir ese México represor, en el que fuimos perseguidos y golpeados por el PRI con apoyo de la Policía Municipal en la colonia Ferrocarril por atrevernos a hacer campaña por el PAN.
Después ganó en Baja California Ernesto Ruffo, candidato de Acción Nacional, y el país empezó a transformarse. Se demostró por un gobierno panista que se podía tener una credencial para votar con fotografía, y el sistema electoral priista se derrumbó.
En 1995 nuevamente el manejo irresponsable de la economía había acabado con las esperanzas de las familias, y en Jalisco un candidato fresco, que proponía las cosas que verdaderamente le importaban a la gente, hizo que el PAN llegara al gobierno de nuestro Estado.
La llegada del PAN al gobierno, a mi juicio, ha tenido un impacto en la cultura política de nuestro Estado y de nuestro país. Si, estoy convencido que se han hecho muchas más obras que antes, pero no creo que eso sea lo más importante. Lo importante está en la transformación de la actitud de los ciudadanos frente a sus gobiernos.
Hoy, a nadie se le ocurriría decir en la fila para votar que ya sabe quién va a ganar; lo que sí se sabe es que el que obtenga...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba