A DEBATE / ¿Un mejor Pemex... o más corrupto?

AutorDavid Shields

La Reforma Energética plantea múltiples acciones en materia de transparencia y rendición de cuentas. Algunas, como la transmisión de las licitaciones por internet y la división de responsabilidades entre diversos órganos de gobierno, podrían ser muy eficaces.

Pero hay elementos inquietantes. En algunos ámbitos ya se ha señalado los riesgos que puede implicar el dejar el sistema de control de Pemex como responsabilidad del director general y su vigilancia en manos del consejo de administración a través de un comité de auditoría interna sin control externo.

Hay otro aspecto que no ha recibido atención y donde los riesgos pueden ser mayúsculos. Se trata del régimen especial de Pemex y CFE para que cuenten con filiales especializadas, fuera del ámbito de las leyes federales de contratación pública y anticorrupción, para atender situaciones comerciales concretas.

En Pemex, dicen que la idea es ampliar y afinar un esquema de negocios que ya existe, donde filiales de Pemex toman decisiones ágiles y empresariales para lograr objetivos estratégicos con éxito. Así, Pemex ya logró renovar su flota petrolera y ha contratado la construcción de plataformas habitacionales (floteles) y de gasoductos. Además, las filiales, registradas en el extranjero, son expertas en sus negocios y no están sujetas a normatividades agobiantes que impiden a subsidiarias como Pemex Exploración y Producción (PEP) y Pemex Refinación realizar negociaciones eficaces en mercados globales.

Pero hay un problema. En materia de transparencia, es el peor esquema imaginable, porque son filiales opacas que realizan negocios opacos. En los casos de los floteles y la flota petrolera, la filial PMI Norteamérica presentó buques y ganó en licitaciones simuladas de PEP y Refinación, donde se engañó al mercado naviero haciéndole pensar que eran concursos abiertos, cuando en realidad PMI Norteamérica de antemano ya había comprado o apalabrado o había mandado construir los buques que ganarían esas licitaciones.

El peor caso es el de los floteles, ya que se adjudicó su construcción a través de una licitación simulada con múltiples irregularidades, siendo un negocio que el Presidente de España, Mariano Rajoy, ya había pactado con...

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