El debate latente

AutorGeorge W. Grayson

¿Puede usted imaginar una decisión del Tribunal Superior, digamos, de Tamaulipas, afectando el resultado de la elección presidencial del 2006 en México? ¡Suena absurdo! Con todo, el matrimonio entre homosexuales aprobado por la Suprema Corte Judicial de Massachusetts puede, de hecho, dar a George W. Bush otros cuatro años en el 1600 de Avenida Pennsylvania.

Desde su nada inspirador informe sobre el estado de la nación del mes pasado, Bush ha caído constantemente en las encuestas de opinión pública. A este declive están contribuyendo las crecientes pruebas de que mintió al mundo cuando usó el argumento de las armas de destrucción masiva para justificar la invasión a Iraq. Los enormes déficits presupuestarios acumulados en su último presupuesto incluso le han propiciado ataques de activistas del ala conservadora del Partido Republicano.

Las encuestas muestran que si la elección se celebrara hoy, el senador de Massachusetts John Kerry, un veterano de la guerra de Vietnam con las más altas condecoraciones y extremadamente atractivo, vencería a Bush. Muchos "insiders" en el Partido Demócrata están apostando que la dinámica combinación Kerry y y el joven y bien parecido senador de Carolina del Norte, John Edwards, venza al dinosáurico dúo de Bush y el vicepresidente Dick Cheney.

Tales resultados preliminares fallan, no obstante, pues no contabilizan la maniobra legal en Massachusetts, donde la legislatura estatal sólo tiene hasta mediados de mayo para revertir la decisión de la Suprema Corte de Justicia que legaliza los matrimonios homosexuales, bajo la cláusula de "protección igual" de la Constitución local. Los legisladores trataron de modificar la decisión con la aprobación de las "uniones civiles", que están cediendo más recursos económicos, herencias y derechos legales a las parejas gay, pero cortando el reconocimiento de sus matrimonios. Al final, la Suprema Corte Judicial revirtió este intento.

La Constitución de Estados Unidos obliga a que todos los estados reconozcan los matrimonios, divorcios y otros actos oficiales en cualquiera de las 50 entidades de la Unión. Así, si la decisión de la Suprema Corte Judicial permanece, una pareja homosexual en Virginia podría casarse en Boston, lo que obligaría a las autoridades de Virginia a reconocer su estatus marital.

Este debate coincidirá con la carrera presidencial de este otoño. La cuestión de los derechos de los homosexuales podría eclipsar temas como el desempleo, la política exterior y el...

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