EN EL DEBATE / Cuotas de género e INE

Claudia Delgadillo

El Presidente Enrique Peña Nieto ha demostrado ser muy activo en materia de iniciativas que se proponen abonar a cambios con profundidad en la vida nacional. Son apuestas a largo plazo.

Hoy tengo la oportunidad de reflexionar sobre dos propuestas que influyen en las reglas del juego democrático, la primera en relación a las cuotas de género como medida para fomentar una mayor participación de las mujeres en la política, es decir, en cargos dotados de poder para la toma de decisiones y la segunda, correspondiente a la creación de un Instituto Nacional Electoral.

Las cuotas de género han sido cuestionadas, especialmente ante casos como las "Juanitas" que en el proceso electoral federal de 2009 pusieron en evidencia la falta de compromiso con el derecho de las mujeres a una participación política de "a de veras".

Podría pensarse que la inclusión obligada atenta contra el esfuerzo y el mérito personal al preponderar el género, sin embargo, las acciones afirmativas, como medidas temporales, sirven para empujar los cambios cuando existen condiciones estructurales que impiden un acceso equitativo al poder.

A nivel internacional, los países nórdicos fueron los pioneros en utilizar cuotas de género en los años setenta, mientras en la región de América Latina, Argentina aprobó la Ley de Cupo Femenino en 1991. Francia por su parte fue el primero en el mundo en establecer una paridad electoral de género en 1999.

En nuestro país, fue en 1996 cuando se determinó un techo del 70% de legisladores de un mismo género y en 2007 se aprobó la cuota del 40% de personas de un mismo sexo para integrar el Poder Legislativo.

Ha sido un camino lento hacia la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, en especial cuando se trata de abrir la puerta de la esfera pública, no sólo en México, sino en todo el mundo. Los cambios culturales llevan tiempo y necesitan de marcos jurídicos que ayuden a acelerar la velocidad de los procesos. Necesitan de impulsos como el que hoy da el Presidente Peña Nieto.

Pasar de 40% a 50% en la cuota de género para cargos de elección plurinominal y de mayoría relativa, así como la obligación de que la fórmula completa (propietario y suplente) sea ocupada por candidatos de un mismo género, es una oportunidad de seguir avanzando con una visión progresista e incluyente de país. Mejorar los mecanismos para el ejercicio efectivo del derecho a la representación y participación política de las mujeres es una buena noticia que...

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