En el Debate / Bancada azteca

AutorTonatiuh Bravo Padilla y Salvador Barajas del Toro

Tonatiuh Bravo Padilla

El Siglo 20 fue la última centuria de las revoluciones armadas. Éstas se generaron a partir de la imposibilidad de hacer cambios relevantes para un sector importante o mayoritario de la sociedad por otras vías. En virtud de que las sociedades no desean pagar los altísimos costos de las revoluciones armadas, se dieron a la tarea de crear instituciones. Para North, las Instituciones son estructuras sociales formales e informales que pautan la conformación y actuación de las organizaciones y cuyos propósitos son normar e incentivar la interacción humana y reducir la incertidumbre al establecer una estructura estable para esa interacción. Las instituciones tienen mecanismos para ser transformadas. Pero esos cambios no ocurren fácilmente, pues se generan intereses alrededor de éstas. El cambio institucional es resultado del entrelazamiento entre instituciones y organizaciones. Siguiendo a North, las instituciones "...no son creadas para ser eficientes socialmente, sino para servir a los intereses de quienes tienen poder para idear nuevas normas".

Pues bien, en México vivimos un largo, lento e interminable proceso de transición. Acelerado unas veces por actores con poder para hacerlo, otras como resultado de tensiones o rupturas temporales y localizadas del orden que rebasan a las instituciones, o bien, por el impulso de organizaciones que trabajan para acumular poder suficiente que las inserte en la agenda de los cambios. Ni termina de nacer el nuevo entramado institucional, ni termina de fenecer el antiguo; ambos subsisten en una realidad a ratos caótica. Cuando ya creíamos haber dado un salto importante, tenemos regresiones. Así también, el estado nacional de las instituciones es asimétrico.

Lo que López Obrador enfatiza, es que las instituciones que hoy tenemos son el resultado del impulso del cambio y la coalición de intereses para impedirlo, la cual muchas veces gana terreno al amparo de los poderes fácticos. ¿Es posible y coherente emprender un movimiento social para transformar las instituciones que se juzgan parcial o totalmente caducas y a su vez participar y formar parte en ésas? Sí, y es lo deseable, pues quedar fuera acrecentaría las posibilidades de vías ajenas. Si el Poder Legislativo Federal tiene un funcionamiento parcialmente caduco, nada de extraño tiene que existan fuerzas políticas que trabajen dentro de él y además en las calles, con el objeto de acumular la fuerza suficiente para que esos cambios se...

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