David Shields/ Plan Cheney de energía, decisivo para México

AutorDavid Shields

El análisis -elaborado por un equipo encabezado por el vicepresidente Richard Cheney- sobre la producción, fuentes de abasto y mercados de la energía en América del Norte "nos será de mucha utilidad para planificar hacia adelante", dijo en Washington el Presidente Vicente Fox, quien ha ratificado la voluntad de su Gobierno de participar en un amplio acuerdo energético con sus vecinos del norte.

Ese plan tiene como propósito central la búsqueda de la seguridad energética de Estados Unidos, con mayor autosuficiencia en la producción de energía en ese país, pero también considera prioritaria la obtención de volúmenes mayores de energía desde países vecinos para cubrir los faltantes.

Su enfoque es tradicionalista, basado en el supuesto de que los combustibles fósiles, es decir, carbón, petróleo y gas, seguirán siendo las fuentes principales de energía primaria durante varias décadas más. Propone aumentar en forma acelerada la producción y la oferta de energía fósil para cubrir una demanda que, según se prevé, crecerá vertiginosamente. En vez de promover mayor racionalidad en el consumo, Cheney plantea que deberán entrar en operación mil 300 grandes centrales termoeléctricas (o sea, una de 300 megawatts cada semana) en Estados Unidos durante los próximos 20 años.

Esos lineamientos definen las expectativas del Gobierno de George W. Bush en cuanto a México. Bush ya manifestó abiertamente su anhelo de que nuestro país explore más, abriendo la búsqueda de gas natural a empresas norteamericanas, y produzca y exporte más gas y electricidad. Sin duda, quiere también más petróleo, aunque no lo diga públicamente. Así, Estados Unidos ofrece incentivos -empezando por un mercado gigante- para que México maximice su producción de energía.

Un aspecto notable, quizá preocupante, del Informe Cheney es su ánimo combativo frente a los ambientalistas. Propone eliminar todo tipo de normas que desalienten la quema de carbón y la construcción de ductos, refinerías y centrales nucleares en Estados Unidos. Abrirá tierras protegidas a la exploración de petróleo y gas. El Gobierno de Bush incluso ha culpado a los ecologistas de la crisis eléctrica en California, por oponerse a la construcción de centrales eléctricas e infraestructura energética; en cambio, desestima otras teorías, como la que sostiene que la manipulación del mercado por las empresas eléctricas ha sido la causa de la crisis californiana. Bush incluso ha dicho que su país no se adherirá al Protocolo de...

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