David Shields/ Pemex-Comimsa, extraño matrimonio

AutorDavid Shields

Esto es, en efecto, lo que ha sucedido en el caso de la Compañía Mexicana de Investigación en Materiales, mejor conocida como Comimsa, con sede en Saltillo, Coahuila; que en los últimos años ha obtenido un sorprendente provecho por ser aparentemente la agraciada para recibir contratos de servicios de ingeniería de proyecto por parte de Pemex por un monto que se acerca a mil millones de pesos anualmente.

Comimsa nació como paraestatal adscrita al sistema SEP-Conacyt en diciembre de 1991, es decir, como empresa obligada por su personalidad jurídica a operar sin fines de lucro, reinvirtiendo sus utilidades. Para principios del presente sexenio, pasó a ser una sociedad anónima, pero, al parecer, mantenía algunas ventajas de su condición de "paraestatalidad" en su relación cotidiana con Pemex.

La ventaja básica que pudo brindar Comimsa al Pemex de Adrián Lajous era que, por su condición de empresa sin fines de lucro, se le podía asignar contratos sin tener que pasar por el engorroso y tardado proceso de las licitaciones públicas. Sus precios, además, han sido módicos, porque ha trabajado con base en la contratación de ex ingenieros de Pemex, a quienes suele pagarles por horas-hombre.

El status de Comimsa -¿Paraestatal o S.A.?- continúa siendo un asunto poco claro para quienes trabajan en la ingeniería mexicana, ya que es una empresa híbrida, o sea, con origen y con vínculos en el sector público, pero al mismo tiempo con socios y capital privado.

Se sabe que han existido controversias con las Secretarías de la Contraloría y Hacienda, y con el propio jurídico de Pemex, por la forma en que opera Comimsa. Fue precisamente por cuestionamientos del fisco sobre su operación que en mayo de 1999 Comimsa subcontrató a la empresa Ingeniería Avanzada e Informática S.A. (IAI) para que administrara todo su personal eventual al servicio de Pemex, situación que, al parecer, aún prevalece.

El rápido crecimiento de Comimsa como proveedor de servicios a Pemex se da en el contexto de la reestructuración del monopolio petrolero en cuatro subsidiarias a partir de 1992. Como parte de ella, se desmanteló la Subdirección de Proyecto y Construcción de Obras (SPCO), que en la anterior estructura daba servicio de ingeniería de proyecto a todo Pemex y reunía a los mejores especialistas en todo tipo de obras. Se decía que, al desaparecer la SPCO, casi toda la ingeniería interna simplemente se convertiría en externa y sería subcontratada a diversas compañías, lo cual...

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