David Gómez-Álvarez / Gobierno abierto, ¿para la foto?

AutorDavid Gómez-Álvarez

Si en un evento público, en el que se realza la importancia de la participación ciudadana, ningún ciudadano toma la palabra, es que la participación no es tan importante. Ni siquiera en las formas, no se diga el fondo. Ese fue el caso de la firma de la declaratoria de gobierno abierto de Jalisco el día de ayer, en el que los ciudadanos jugaron un papel secundario, de reparto. Atestiguaron un acto más gubernamental que ciudadano, más protocolario que sustantivo.

No obstante, Jalisco es una de las entidades más avanzada en gobierno abierto del País, acaso adelante del Gobierno federal, cuyo secretariado técnico -la instancia coordinadora de gobierno abierto- sigue sin sesionar tras el escándalo de espionaje político a las organizaciones ciudadanas. Pese a los esfuerzos del INAI, sobre todo del comisionado Joel Salas, lo cierto es que a nivel nacional no será sencillo reanudar los trabajos, entre otras razones porque el Presidente López Obrador desconfía abiertamente de la sociedad civil y ha descalificado reiteradamente al instituto. De ahí que Jalisco tenga la oportunidad de consolidarse como referente nacional en el tema, si de verdad hace suyo al gobierno abierto como una práctica institucional en gobernanza.

Gobierno abierto surgió en Jalisco hace un lustro, cuando el ensamble plural de actores le valió el reconocimiento internacional de la Alianza del Gobierno Abierto (OGP, por sus siglas en inglés) que le permitió formar parte del programa piloto subnacional a nivel mundial. El diseño institucional contemplaba, del lado de la ciudadanía, a universidades, cámaras empresariales, organizaciones de la sociedad civil e incluso medios de comunicación; del lado del sector público, un Ayuntamiento (en representación de los 125), a los Poderes Ejecutivo, Judicial y Legislativo; y al Itei como instancia articuladora. Este modelo fue ampliado para incluir atinadamente al Comité de Participación Ciudadana (llamado social) del Sistema Estatal Anticorrupción, aunque resulta notoria la ausencia de la Universidad de Guadalajara como institución pública y la abultada presencia de los Ayuntamientos metropolitanos.

A pesar de la ampliación, persiste un desequilibrio que favorece las instituciones públicas sobre las ciudadanas. Un diseño...

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