David Shields/ Amenaza californiana en gas y electricidad

AutorDavid Shields

Se prevé que durante septiembre serán analizadas esas dos iniciativas. La primera, presentada por la senadoras californianas Dianne Feinstein y Barbara Boxer, prohibiría la exportación de gas natural de Estados Unidos a México para su uso en centrales generadoras con una capacidad de 50 megawatts, MW, o más en una franja de 80 kilómetros al sur de la frontera, en caso de que estas centrales no cumplan con las normas de emisiones y calidad del aire que se aplican en Estados Unidos.

La segunda, enviada por el representante Robert Filner, prohibiría la venta a Estados Unidos de electricidad generada en dichas centrales al lado mexicano, en caso de no cumplir dichas normas. La iniciativa de Filner pretende corregir la de Feinstein y Boxer, al sostener que la prohibición de la venta de gas a México podría resultar contraproducente, ya que las centrales mexicanas usarían otro combustible, probablemente combustóleo, con peores impactos ambientales. Dicen esos legisladores que lo que les preocupa es la salud de los habitantes de California.

Las dos iniciativas son parte de una campaña para frenar la entrada en operación de dos centrales ubicadas en Mexicali, Baja California, cuyo objetivo, estimulado por la crisis eléctrica en California, sería exportar electricidad al vecino país. Se trata de la Termoeléctrica de Mexicali, propiedad de Sempra Energy, con capacidad de 600 MW, y La Rosita, propiedad de InterGen, de mil 65 MW. En el caso de La Rosita, la mitad de su capacidad será para abastecer la demanda al lado mexicano a través de un contrato de producción independiente con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Se difunde en California la versión de que estas dos centrales provocarían un mayor deterioro de la calidad del aire en el adyacente Valle Imperial, donde ya se incumplen las severas normas californianas en materia ambiental. La realidad, sin embargo, es que los niveles de emisiones en ambas centrales, una vez que operen, estarán muy, muy por debajo de los promedios de México, de Estados Unidos e incluso de California. Ambas cumplen las normas de México y del Banco Mundial y la de Sempra Energy hasta cumple las condiciones que se exigen en California. En el caso de La Rosita de InterGen, la mitad de la central que suministrará energía a México se construyó de acuerdo con las bases de licitación de CFE y las normas ecológicas mexicanas, que son menos estrictas que las californianas, pero el equipo de generación que abastecería a...

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