El Danubio cura sus heridas de guerra

AutorJosé Comas

El puente Sloboda y los otros dos puentes que en Novi Sad cruzan el Danubio quedaron destruidos por las bombas de la OTAN en los primeros días de abril de 1999, al comienzo de la llamada guerra de Kosovo.

Novi Sad, segunda ciudad de Serbia, capital de la provincia de Voivodina, se encuentra a 80 kilómetros al norte de Belgrado y a unos 500 de Kosovo. Por eso, incluso hoy día, tres años después, nadie se explica la utilidad bélica del bombardeo de sus tres puentes sobre el Danubio.

A la pregunta de qué piensa de la destrucción de los puentes, Djukic responde: "¿Qué voy a pensar? Todo lo peor. Un puente tan bonito. Parece un aeropuerto. No tengo ni idea de por qué lo hicieron. Nadie lo sabe. No era un objetivo militar. No había motivo. No tenía sentido bombardearlo".

"Paseo por aquí todos los días. Vengo y veo lo que construyen y pienso cuándo estará terminado. Este puente era un punto de contacto para Novi Sad. Al otro lado está el parque natural de Kamenica para pasear y ahora no podemos llegar allí a disfrutarlo", añade.

Djukic vive de una jubilación mensual de 170 dólares y dice que con esa cantidad se vive más o menos. "El país mejora y se reconstruye. Como aquí", agrega. En los restos del puente, sobre las paredes y hierros protectores de las vías que lo cruzaban, se acumulan los graffitis. Llama la atención el escaso número de textos con contenido político. La mayoría se refieren a grupos musicales o a "chico ama a chica".

Cuesta trabajo encontrar referencias a quien ahora se sienta en el banquillo de los acusados del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia en La Haya, Slobodan Milosevic: "¡Sloba traidor!"; "¡Viva Tito, murió Sloba!"; "Serbia, eres libre. 5-10-2000", el día en que cayó Milosevic, o "La OTAN mata a Europa".

Una de las pintas recoge un diálogo existencial sobre una pared que da al río: "¿Me tiro o no?". "Me tiraré". "Tírate de una vez, ¿a quién coño le importa?".

En una barraca, al borde del Danubio, se encuentra la oficina de la empresa Mostogradnja (Constructora de puentes) que ahora se ocupa del dragado del río, de extraer los escombros y restos que cayeron tras los bombardeos.

Arsen Pribic es un veterano ingeniero de la empresa al que le falta poco para su jubilación y ahora dirige los trabajos bajo el destruido puente Sloboda. Mostogradnja sembró de puentes toda la antigua Yugoslavia: en Croacia, Eslovenia, Montenegro, en Mostar y en Sarajevo. Como si se tratase de trofeos deportivos, las fotos de...

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