Daniela Sánchez / ¿Qué crees?

AutorDaniela Sánchez

En el primer episodio de la octava temporada de los Simpson, Lisa crea un universo miniatura para un proyecto de Ciencias. A pesar de que la aparición de vida inteligente fue accidental, la civilización se desarrolla rápidamente. Al correr unas cuantas horas ya han creado fuego, son sedentarios y comienzan a aparecer rituales religiosos. Lisa monitorea de cerca su creación y pronto se percata de la estructura y orden social que sus feligreses practican. Ésta genio amarilla estudia la conexión que existe entre la estructura social y una figura de supremacía que le mantenga.

Como aquel micro universo emanado de la grandeza creativa de Matt Groening, el nuestro contiene figuras similares. Una minúscula esfera azul que flota a 107,000 km/h, representa una partícula diminuta en el cosmos y es el escenario de una historia similar. Dentro de este planeta, también de forma espontánea y accidental (¿?), surge la vida a base de un elemento llamado carbono. Para no hacerles el cuento largo y ser puntual en mi objetivo, que es exponer lo miserablemente insignificante que somos frente al tiempo y el espacio, lo dejaré en palabras del ilustre Carl Sagan. Si la vida de nuestro universo estuviera representada en un año de nuestro calendario:

"Elsistema solaraparece recién el día 9 de enero, la vida en laTierrasurge el 30 de ese mes, el primerdinosaurioaparece el 25 de diciembre y los primerosprimatesel 30. Los más primitivosHomo sapiensaparecen 10 minutos antes de medianoche del último día del año, y toda la historia de la humanidad ocupa sólo los últimos 21 segundos".

Ahora, si me permiten el egoísta antropocentrismo, me enfocaré en esos últimos 21 segundos.

Una de las constantes de la vida en sociedad es la que emana de la necesidad de generar una jerarquía y un orden, un margen de reglas a seguir sin romper y, finalmente, un conjunto de conductas que crean un comportamiento deseado, ergo la religión y su fiel compañera, la ciencia del Derecho y la Política. Por siglos la religión dominó, como un software programado en el hardware que es el territorio, el comportamiento de las personas. Creando conductas complejas como rituales de sacrificio y de congregación masiva en lugares simbólicos. El poder de la religión fue tan magno que Constantino no escatimó en crear la propia para el buen funcionamiento de la Roma imperial.

Grandes autores como Darwin y Arendt han estudiado la dinámica de manipulación masiva por medio de estructuras de...

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