Daniela Luján: No quita el dedo del renglón

A los 5 años inició su carrera, sin darse cuenta de que con el tiempo la actuación se convertiría en una de sus grandes pasiones.

Hoy, a sus 24 años de edad, Daniela Luján no se imagina su vida sin esta profesión, en la que ha tenido altas y bajas, pero no cambiaría por nada del mundo.

"Es mi vida. No concibo mi mundo de otra manera. Es algo que hago desde chiquita. Dejarlo ahorita sería muy complicado", dijo la actriz.

"Además, yo me siento muy satisfecha, porque nunca he perdido la esencia por la que entré. Me gustaba interpretar a otras personas en las diferentes historias y todo se ha dado por consecuencia. Ha sido fácil sobrellevarla, aunque también es difícil y tiene sus altibajos, pero la disfruto muchísimo, me encanta".

A pesar de la negativa de su mamá, quien no la apoyaba para que se dedicara a esta profesión, hizo sus primeras audiciones en Plaza Sésamo, donde se salió con la suya quedando seleccionada.

"Siempre me llamaba la atención salir en la tele, pero en la casa les tuve que insistir durante una semana para que me llevaran. Mi mamá no quería, pero recurrí a una técnica infalible: mi papá. Y como soy su hija menor, me tenía muy consentida".

En Plaza Sésamo les daban clases de taller con Dina de Marco, y a esa pequeñita, quien apenas tenía 5 años de edad, le comenzó a ir muy bien.

Daniela empezó de extra y terminó siendo una de las artistas principales del programa.

Después de dos años le ofrecieron el papel protagónico de la telenovela Luz Clarita, y aunque no tenía ni idea de lo que iba a hacer, aceptó gustosa, porque le divertía todo lo que era la televisión.

"Entrábamos en un horario difícil (16:00 horas), así que ni Televisa creía mucho en este proyecto, pero fue teniendo tanto éxito que se extendió a una hora de transmisión diaria y duró seis meses al aire", agregó Dany, como le dicen en su casa de cariño.

De ahí en adelante, esa tierna niña de ojos claros y gran sencillez comenzó a ganarse el corazón del público, porque luego llegaron otras telenovelas, como El Diario de Daniela, que también fue gran éxito.

"Nunca dejé de estudiar, y aunque a veces se me hacía pesado, porque sí tenía llamado hasta tarde, al día siguiente tenía que ir a la escuela no importaba la hora que me haya dormido.

"Mamá me puso de condición que si bajaba de calificaciones me iba a sacar de trabajar, y trataba de presionarme para que yo dejara de actuar, pero no le funcionó", agregó entre risas.

Siempre llevó una vida normal hasta la primaria...

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