Dan todo por sus hijos
| Autor | Regina Vega y Oneida Tovar |
En el Día de las Madres, estas mujeres tienen mucho que festejar, porque han logrado sacar adelante a su familia y mantenerla unida, a pesar de las adversidades que han enfrentado
LOS UNE LA TRAGEDIA
Regina Vega
Desde que su esposo fue secuestrado y desaparecido en el 2010, Elva Rivas ha tenido que hacer a un lado su dolor para cuidar a sus tres hijos.
Después de la tragedia, Elva se encerró en su cuarto por una semana sin comer ni saber nada del mundo. Luego de haber pagado "rescate" para que su esposo regresara con vida, ella y sus hijos pequeños se habían quedado sin nada.
"Fue muy difícil quedarme con mis hijos sola", señala la mujer de 52 años, "no teníamos ni un peso para un recibo o comida".
Su hijo Roberto tenía nueve años y, al ver que no tenían dinero, decidió bolear zapatos en su colonia con una caja que le había construido su abuelo. Un día, regresó a su casa y le entregó a su mamá los 200 pesos que obtuvo trabajando.
"Eso fue lo que a mí me hizo salir adelante", recuerda Elva.
Al día siguiente, ella y sus hijos empezaron a vender ropa en los mercados para sobrevivir.
"Nos íbamos los tres porque no podía dejarlos solos", menciona.
Las dificultades que han tenido que enfrentar por la desaparición de su esposo los han vuelto más unidos.
"Somos un equipo", dice orgullosa, "para todo tomamos las decisiones juntos.
"Ver a mis hijos sanos, terminando la escuela o trabajando, es una satisfacción que me hace pensar que no estoy haciendo mal las cosas".
DE POLICÍA A PODÓLOGA... POR SU FAMILIA
Regina Vega
Alejandra Berrones tuvo que salirse de la universidad cuando tenía 19 años luego de embarazarse de su primer bebé.
Desde entonces, ha trabajado de casi todo para sacar adelante a los tres hijos que ahora tiene, a sus 30 años.
En el 2011, se unió a la Policía municipal de Juárez, pero al tratarse de un trabajo demandante donde no tenía hora de salida, no podía pasar mucho tiempo con sus hijos pequeños.
"Era muy difícil para mí seguir dejando a mis niños al cuidado de mi mamá, porque ellos me necesitaban", menciona.
Luego de cuatro años como policía, tomó la decisión de buscar otro trabajo.
"Como no había terminado la escuela y lo que quería era atenderlos, se me ocurrió poner un negocio donde yo pudiera estar en mi casa", relata.
De haber empezado a hacer pedicure a sus vecinas con herramientas que ya tenía y cobrando poco, Alejandra ahora tiene un negocio de podología en su casa donde atiende principalmente a adultos mayores.
Como lo más...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba