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Dan sacerdotes un ejemplo de fe

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Vincent
AutorFélix Barrón

Predicar el Evangelio en otras partes del mundo, donde no se conocen el lenguaje ni la cultura, es un sacrificio que exige una fe poderosa.

Hoy, cuando los sacerdotes renuevan sus votos en la Misa Crismal, dos historias de religiosos misioneros, uno regio en la selva amazónica de Perú y otro belga en una zona popular del municipio de Guadalupe, recuerdan esa entrega a la Iglesia.

Evangeliza regio en el Amazonas

Félix Barrón

Durante 17 años, el sacerdote Óscar Gámez de la Cruz, originario de Galeana, Nuevo León, trabajó con la tribu masái, en Kenia, África.

Ahora, el misionero comboniano vive en Pangoa, en la selva amazónica central de Perú, donde tiene una década compartiendo la luz evangelizadora y llevando ayuda comunitaria a un centenar de comunidades.

"Estoy contento. Es un trabajo que cansa, pero como sabemos que cansa, eso ya nos predispone para hacerlo bien. Ha sido un reto, pero ya vamos venciendo esos obstáculos", señala Gámez de la Cruz, de 71 años de edad, vía telefónica desde Perú.

A los 14 años partió de Galeana para asistir al Seminario de la Diócesis de Saltillo. Posteriormente se unió a la congregación de Misioneros Combonianos, fundada por Daniel Comboni.

Durante su misión en África, cuenta, se enfrentó a otra cultura. Fue llevar el Evangelio a una tierra con lenguas diferentes a la suya y otra forma de ver el mundo, como la poligamia.

"Cuando se convierten al cristianismo, les resulta muy difícil renunciar a dos esposas o más para quedarse con una sola. Todo ese tipo de cosas es un reto", señala Gámez de la Cruz, quien viaja a Monterrey cada tres años a visitar a sus familiares.

En Perú, dice, son 105 pueblos que atender, 80 de los cuales son de origen indígena.

"Trabajamos con ellos, nos aceptan, les predicamos el Evangelio, pero también montamos escuelitas. No hay carreteras. Vamos en río o en camionetas de doble tracción. Vamos de un lugar a otro", dice.

Junto a él laboran sacerdotes de Polonia, Filipinas y el Congo.

"No tenemos tiempo libre, pero ésa es nuestra vida", agrega Gámez de la Cruz.

Desde Bélgica viene a predicar

Félix Barrón

En una casita de madera de la Colonia Campestre La Silla, en las faldas del Cerro de la Silla, en Guadalupe...

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