Dan primer paso, pero siguen lejos

ENVIADO

TEGUCIGALPA.- Los dos presidentes que tiene Honduras no quisieron verse las caras. Al cobijo de la mediación abierta por el costarricense Óscar Arias, Roberto Micheletti, el Presidente de facto, y Zelaya, el depuesto tras el golpe militar del 28 de junio, coincidieron en que "no era el momento de estar reunidos", con arreglo a la versión de la Ministra de Comunicación, Mayi Antillón.

Tocado con su característico sombrero, Zelaya fue el primero en llegar a la residencia de Arias para iniciar el ejercicio de mediación auspiciado por la Casa Blanca. A 17 kilómetros de allí, Micheletti se había puesto a resguardo en la base dos del aeropuerto Juan SantaMaría, temeroso por su seguridad: fue necesario que el Ministro de la Presidencia, Rodrigo Arias -hermano de Óscar-, se trasladara a la terminal aérea para garantizarle su integridad.

Fuertemente custodiado, Micheletti esperó a que Zelaya desahogara con Arias el primer acercamiento de la jornada. Cosa de una hora después, el depuesto Mandatario salió a su hotel.

"Reconozco la labor de Óscar Arias de mediador y espero que se restituya el estado de Derecho", planteó Zelaya, dijo escueto a la prensa.

Una media hora más tarde arribó Micheletti, vestido casualmente de traje oscuro y corbata negra. Al parecer, la conversación de Micheletti con Arias fue más prolongada: el hondureño entregó al Premio Nobel de la Paz...

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