Dan alternativa a los peques
REFORMA/ Staff
Una técnica complementaria para el tratamiento de niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es el neurofeedback, comenta Sandra Schaffer, directora general del Centro Psicoaprende.
"Los niños que tienen TDAH no es que no quieran poner atención y seguir instrucciones, sino que realmente no pueden por no tener un balance adecuado en las ondas cerebrales, por lo que requieren de ayuda para poder obtener un funcionamiento normal de ciertas áreas cerebrales", explica Adriana González, terapeuta del centro.
Lo que hace el neurofeedback es tratar de borrar o disminuir las ondas que no permiten a los pequeños poner atención y ayudarlos a ejercitar las ondas que se necesitan para poder prestar atención, concentrarse y estar más quietos.
Con el método, agrega Schaffer, los niños entran en un proceso de autorregulación, con el que aprenden a cambiar sus patrones eléctricos cerebrales y que, a diferencia de las medicinas, no causa ningún efecto colateral.
"Lo primero que deben hacer los padres es acudir con un especialista para establecer un diagnóstico, él confirmará o descartará el trastorno; en caso de tenerlo se establecerá el número de sesiones necesarias, pues varía según cada niño, pero en promedio son unas 50 sesiones a las que se deben asistir dos veces por semana, de 45 minutos cada una", explica González.
Si los niños están bajo medicación no deben dejarla al iniciar el tratamiento, indica González, pues la reducción de la dosis sólo puede indicarla su neurólogo o médico encargado.
Cada niño con TDAH es una caso único, por ello recomiendan tener presente que las necesidades y el resultado de la terapia suele ser diferente.
Arturo Soria, psiquiatra del Hospital Infantil de México Federico Gómez, enfatiza que los padres de familia deben tener presente que el neurofeedback es "una alternativa" para los niños con TDAH, pues aunque se pueden obtener buenos resultados, no existen aún estudios científicos que demuestren su efectividad.
'Me porto mejor'
Jerónimo, el más pequeño de los tres hijos de Milagros, fue diagnosticado con TDAH cuando tenía apenas 3 años.
Por recomendación de la directora de la escuela a la que acudía el pequeño, su mamá lo llevó a la terapia con el neurofeedback.
"Siempre fue un niño activo, que no podía estarse quieto y que le costaba mucho trabajo concentrarse; gracias a la recomendación conocí el neurofeedback, fue entonces cuando empezó su tratamiento".
Los beneficios se han...
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