Da justo en el blanco

AutorSalvador Cisneros

Para el actor canadiense Stephen Amell existe un grado de ironía en el éxito que experimenta como protagonista de la serie Arrow.

"Sí, es curioso que mi primer protagónico sea en una serie filmada en Canadá porque yo me mudé a Los Ángeles para tener éxito en mi carrera, y ahora resulta que estoy aquí trabajando en mi país", explica Amell en entrevista desde el set de la serie, ubicado en Vancouver.

El actor revela que, también irónicamente, casi no ve televisión por el intenso ritmo de trabajo que tiene desde que interpreta a Oliver Queen, un playboy que naufraga pero sobrevive durante cinco años en una isla extraña, y después de ser rescatado vuelve a su ciudad para convertirse en un vigilante nocturno.

"Para ser honesto no veo mucha televisión porque no tengo tiempo. Cuando tengo un rato libre sólo veo el futbol americano y, claro, Arrow porque hasta que está al aire es cuando puedo ver el capítulo completo. Es muy irónico que no tenga tiempo para ver tele cuando trabajo haciendo televisión", dice el actor de 31 años, oriundo de Toronto.

Arrow, que mañana regresa a las 22:00 horas por Warner Channel después del receso de vacaciones, es una serie de acción sobre un héroe que usa arco y flechas como arma principal.

En la misma medida también es un drama que aborda los dilemas morales de un niño-rico-mimado-egocéntrico, que se acostaba con la hermana de su novia, pero que luego de una experiencia que le cambió la vida trata de redimirse.

Oliver, inspirado en en la historieta Green Arrow, de DC Comics, es un personaje de claroscuros que tiene como misión acabar con la criminalidad de la ciudad que su padre tanto amaba, quien naufragó junto con él pero no sobrevivió.

"Me siento muy bien con las personas que gustan y que odian a mi personaje porque no quiero que nadie se quede indiferente. Yo creo que está bien que él haga cosas muy cuestionables", dice Amell respecto a Oliver, quien por las mañanas finge seguir siendo un superficial joven rico y por las noches trata de exterminar a los hampones que su padre tenía enlistados en una libreta que le dio antes de su muerte en altamar.

Como héroe tampoco es políticamente correcto y eso lo convierte en un antihéroe. Prueba de ello es que no se tienta el corazón para quitar vidas con sus flechas.

"Él dice que no se considera a sí mismo como un superhéroe, él tiene una misión. Tratamos con respeto a nuestra audiencia porque quién creería en un personaje que quiere limpiar su ciudad de la delincuencia...

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