Da inicio camino al perdón

JOSÉ PRIMITIVO Rodríguez Quintero despertó con la determinación de llevar a cabo un plan que llevaba días urdiendo: matar a sus tres hijos y suicidarse junto con su esposa.

El sueldo que obtenía como auxiliar de almacén en el IMSS no le alcanzaba para los gastos familiares y sus intentos recientes de poner un negocio habían fracasado.

Su esposa, Antonia Marilú Méndez Díaz, trató de darle ánimos, pero no lo logró.

José llevaba semanas pensando en el suicidio y convenció a su pareja de tomar la misma determinación; también le dijo que debían asesinar a los niños para no dejarlos en desamparo.

La madrugada del 17 de febrero pasado, José anunció a su esposa que no había marcha atrás.

Su hijo Herzon Fabián, de 10 años, estaba dormido en el suelo, junto a la cama de sus padres, ya que le gustaba pasar la noche en la misma habitación que ellos.

Él fue el primero. José se levantó y abrazó a Herzon, le dijo que lo quería mucho pero que tenía que matarlo por su bien. Con sus manos intentó asfixiarlo.

El niño despertó y opuso resistencia, entonces el padre de familia claudicó.

Por un momento se detuvo y llevó a su hijo a la cama, donde lo consoló y esperó a que se quedara dormido, después recobró la determinación y con la ayuda de Marilú asesinó a Herzon.

El siguiente fue Isaac Daniel...

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