Da el DF su sazón a carnaval

AutorNadia Sanders

Los carnavales en el Distrito Federal conservan las tradiciones de las fiestas de la fertilidad de los pueblos prehispánicos y las conjugan con las costumbres religiosas previas a la cuaresma, reveló Bulmaro Villarruel, investigador de la UAM Xochimilco.

El experto ha dedicado tres años a conocer y entrevistar a los comparseros de la Ciudad de México.

Aseguró que el primer antecedente que refiere al origen del carnaval en México está en las fiestas de la fertilidad a los dioses Xochipilli, Xochiquetzal, Xipe Totecamalgamada, y Tláloc.

En la Ciudad de México, cuando el invierno dice adiós, los carnavales empiezan a despertar en distintos pueblos donde quedan las tradiciones de los pueblos prehispánicos, que "contenidos" por la evangelización, adoptaron las costumbres de los españoles en sus festejos, como las mascaradas y los disfraces.

"Carnaval es la fiesta de la carne, es tan antigua como el ser humano que agradece a la vida haber sobrevivido al invierno y disfrutar de la abundancia que trae la primavera", explicó. "Por eso empieza la última luna de invierno".

Los barrios de Santa María Aztahuacán, Santa Martha Acatitla y San Lorenzo Tezonco, en Iztapalapa, y las delegaciones Gustavo A. Madero, Iztacalco, Cuajimalpa, Tláhuac, Xochimilco y Milpa Alta mantienen la tradición del carnaval sin ningún reconocimiento en el sentido cultural o del Gobierno, sentenció Villarruel.

Los comparseros siguen saliendo a las calles con muestras de excesos y de felicidad antes del miércoles de ceniza, cuando empieza la vigilia.

Por eso, dice el investigador, la Semana Santa es movible todos los años, pues está sujeta a los festejos paganos que no podía contener.

"El cristianismo junta los festejos y establece su calendario litúrgico y el carnaval se convierte en la fiesta de la carne porque le sigue un periodo de abstinencia marcado por la cuaresma", dice.

Mañana el centro de Cuajimalpa de Morelos estará lleno de música y baile, de muestras de exceso y de irreverencia, y con ello dan comienzo los carnavales en varios pueblos del DF.

En su investigación, Villarruel dice que a pesar de los intentos de prohibir el carnaval como en el siglo 18 y a principios del siglo pasado, el carnaval revivió en el siglo 20.

Los chinelos, los catrines, los locos y los charros, los feos y los huehuenches son tendencias de los personajes que imitaba el pueblo.

Es...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR