Curricán / La emoción de pescar lobina

AutorEnrique Caraza

Dichosos nosotros, los regiomontanos que podemos practicar buena pesca de lobina negra cerca de nuestras casas. No todos los mexicanos tenemos esa oportunidad, cuando vivíamos en la Ciudad de México teníamos que viajar lejos para encontrar este pez.

Nos entreteníamos pescando trucha arcoiris, pero no es lo mismo, sobre todo si no se pesca con equipo para mosca. Empleábamos hueva de salmón, migajón o lombrices de tierra. Cuando se podía, lanzábamos cucharillas Mepp's, pero seguimos diciendo, no es lo mismo.

Ustedes que saben cuánto disfruta uno la pesca de lobina empleando todo tipo de señuelos y probando diferentes colores, movimientos y profundidades, me darán la razón de que se trata de uno de los pasatiempos más divertidos que existen.

El viernes tuvimos la oportunidad de participar como observadores en una expedición con Martha Morales, pescando con Aviezer Dávila y con su esposo, José Luis Pérez Madero. Obligada por el programa que Martha tiene en la tele, tiene que pescar muy seguido y recuerden que la práctica hace al maestro.

Empezó en puntos que le habían dado buen resultado recientemente pescando con Patrick Starnes, donde estaba segura de una buena captura, pero para su sorpresa, las lobinas no respondieron con nada.

Se movió a otros lugares cercanos, pero ¡horror!, la lluvia amenazaba y los resultados eran los mismos...

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