Para que se cure en 'baño María'

AutorFlorencia Podestá

Foto: Florencia Podestá

La diversidad de suelos y la intensa actividad volcánica en gran parte del país dan origen a miles de manantiales termales con características curativas.

Es en el eje neovolcánico donde abundan más zonas geotérmicas o focos termales de México.

En esta zona abundan los balnearios de esparcimiento y terapéuticos, así que puede aprovechar el verano para llevar el calor al extremo y curar males y dolencias.

Historia hirviente

La utilización de las aguas termales para fines curativos probablemente es tan antigua como la historia del hombre.

Se dice que la fuente termal de Bath, Inglaterra, ya se conocía hace 5 mil años y 500 años antes de Cristo era un sitio sagrado para los celtas, quienes dedicaron el manantial a su dios Sul.

Ya en el año 43 de la era cristiana los romanos, que habían conquistado el territorio de las islas británicas, construyeron en Bath un sofisticado complejo arquitectónico de baños termales para usos curativos (que todavía existe y funciona) al que llamaron Aquae Sulis, Aguas de Sul.

En otro tiempo más inaccesible aún, el tiempo mítico, hay otra referencia a las aguas termales, esta vez relativa al origen mismo de la humanidad.

Según la mitología grecorromana, el dios Cronos, o Saturno, enojado con los hombres porque estaban constantemente en guerra entre ellos, tomó un rayo y lo arrojó sobre la Tierra, haciendo brotar del cráter de un volcán un agua sulfúrea y tibia que todo lo inundó y todo lo aquietó.

De aquellas aguas cálidas y maternales, los hombres volvieron a nacer más sabios. El escenario de la leyenda es Saturnia, en el corazón de la Maremma toscana, Italia, donde todavía hoy el agua brota a 800 litros por segundo y a 37 grados.

Propiedades curativas

Las aguas termales ascienden desde veneros o manantiales muy profundos en el subsuelo y en su viaje a la superficie de la Tierra van arrastrando e incorporando gran cantidad de minerales.

Sus altas temperaturas se deben a la fricción de su propio movimiento subterráneo y, en otros casos, a la actividad volcánica de la región.

¿Por qué curan las aguas termales? El mito saturnino del origen "acuático-termal" no está tan lejos de la realidad, ya que después de todo, el organismo humano se compone en un 90 por ciento de agua, y el resto es una combinación de diferentes minerales que intercambian sus átomos permanentemente, generando transformaciones que resultan en salud o en enfermedad.

Así, los altos contenidos de minerales y de sales como el...

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