Cura el insomnio a fans
| Autor | Juan Carlos GarcÃa |
Bailó dance, cantó baladas, enamoró a sus fans y, por si fuera poco, Enrique Iglesias se movió al ritmo del rap y reggaetón de Wisin & Yandel.
En la segunda visita que hizo el español al Auditorio Nacional con la gira alusiva a su disco Insomniac, contó con la intervención en vivo de los puertorriqueños, quienes hicieron el remix oficial de su tema "Lloro Por ti".
Y aunque la pieza es una balada, el madrileño de 33 años supo cómo darle sabor bailable con la compañía de sus colegas, para que el público que llenó el inmueble (10 mil personas, según voceros del recinto) le diera una ovación tanto a él, como a sus invitados.
La noche sabatina fue toda una aventura para los seguidores y seguidoras del novio de Anna Kournikova, porque los que ya conocían la dinámica del show, sabían que habría dos afortunados que subirían al escenario con él y en esta ocasión fueron Iván y Clara.
Tal como lo ha hecho durante esta gira, con la que vino hace menos de un año al DF, Iglesias eligió a un chico para que subiera a una sala improvisada en el escenario, lo que provocó la histeria, y la envidia, del resto de los asistentes.
Iván, de 17 años, le dijo que iba solo, que era su gran admirador y que el caballito de tequila que le invitó, se lo brindaba a él.
Enrique le agradeció el entusiasmo y lo puso a cantar con él "Experiencia Religiosa", que al invitado le salió muy entonado. Lo mandó hasta el centro de la pasarela y le pidió su celular para que se tomaran la foto del recuerdo, los dos, cantando.
Hasta le pidió que le marcara a la chica que le gusta para pedirle él, personalmente, que hicieran una cita y le pudiera declarar su amor. Toda la gente se emocionó con los detalles del artista y el invitado se quedó ahí, sentado, hasta que Wisin & Yandel terminaron su actuación.
Antes, Iglesias cantó "Not In Love", "Solo en Ti", "Nunca Te Olvidaré" y "Bailamos", entre otras. Después, continuó con "¿Dónde Están Corazón?", "Be With You" y "Dímelo".
Cuando le llegó su turno a "Héroe" subió a Clara, de 26 años, para cantarle al oído. Le preguntó si tenía pareja, y ella respondió: "No, sólo existes tú, Enrique".
Durante la canción, la abrazó, la acarició, le tocó algunas partes de su cuerpo y todas las niñas gritaban. Ella, en el éxtasis, se dejaba agasajar.
Al final del tema, él le dio un beso ligero, de piquito, y ella, impávida, no hizo más que agradecerlo.
Aún con las fallas técnicas del ingeniero de sonido, que siempre mantuvo los instrumentos en un nivel más...
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