Le cumplen su última voluntad

MÉXICO, DF.-MARIO FUE distinto a otras víctimas que la Procuraduría capitalina adjudica a los plagiarios de la banda de La Flor; el escolta envió un mensaje de texto al celular de su esposa para despedirse; según las investigaciones, lo redactó bajo la atenta mirada de sus homicidas.

Mario Sánchez Ruiz era escolta Manuel, un empresario gasolinero; ambos fueron secuestrados el 22 de octubre del 2007, sólo el empresario sobrevivió.

Ese día, mientras recorrían varias estaciones de servicio en Nezahualcóyotl, un grupo armado los plagió; 30 minutos después el cuerpo del escolta fue hallado en la cajuela de un BMW con un crisantemo en la boca: la marca de la llamada banda de La Flor.

Al igual que Jorge Palma, chofer de Fernando Martí, presuntamente ejecutado por la misma organización de secuestradores, Mario sirvió como presión a los familiares del empresario para un rápido pago del rescate.

El secuestro

Antes del mediodía del lunes 22 de octubre la suerte de Mario ya estaba echada: él serviría como advertencia y prueba de que el empresario había sido secuestrado.

El escolta salió de su casa a las 10:35 horas y se dirigió a una de las gasolinerías de su patrón y apenas media hora más tarde, un comando armado con uniformes de la Agencia Federal de Investigación (AFI) los privó de su libertad.

Minutos después del plagio, Yuly Ross, sin saber que su esposo estaba a punto de morir, recibió un mensaje en su celular, tras leerlo decidió llamarle.

Le hablo por teléfono y le digo 'oyes, pues ¿qué pasó, qué ya te estás despidiendo o qué?' y se empezó a reír.

Me dice '¿sabes qué?, le dices a la niña cuando llegue que me marque para que...

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