La cultura del deporte

Fanatismo, desmesura del almaJavier VargasEL UNIVERSAL(Embargada para sitios en Internet hasta las 24:00 horas locales)Por su condición antagónica, algunos deportes suelen exacerbar las emociones y los sentimientos de sus aficionados, lo que, no pocas veces, deriva en fanatismo. Originalmente, fanático era el que manifestaba celo excesivo por una religión. Con el tiempo y por extensión, el término alude a quien profesa un afecto ciego y exaltado por una ideología, entidad o deporte. El historiador holandés Joan Huizinga, en su ensayo, Homo Ludens, dice: "La tendencia congénita a ser el primero empuja a unos grupos contra otros y puede llevar, en la exaltación, a alturas nunca alcanzadas de ceguera y aturdimiento".La palabra fanático deriva del término latino fanum, templo; fanáticus, servidor del templo. En el Diccionario de sinónimos, de Roque Barcia, se lee: "los latinos llamaban fanático al que siempre estaba en el fanum, como llamamos hoy beato o santurrón al que hace un oficio de comerse los santos de la iglesia… Creyendo servir a un Dios, a quien ofende, el fanático sería capaz de quemar el mundo, y tras verlo reducido a polvo, exclamaría regocijado: ¡Cuánto bien hice!... El fanatismo es una especie de frenesí".La psicología dice que es un estado mental que surge por inseguridad, temor a lo desconocido o a lo diferente. Es una pasión desbordada que se vincula con...

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