Al cuidado de la guardería

AutorNatalia Vitela

Qué papá no agradece que le echen la mano en la educación de su hijo, quien desde los 45 días de nacido y hasta los 4 o 6 años puede recibir en las guarderías estimulación temprana en los ámbitos cognoscitivo, social, afectivo y psicomotor.

Esto se traduce en enseñar a los niños a gatear, caminar, hablar, alimentarse, dejar el pañal, lavarse los dientes, socializar con sus compañeros, y sobre todo aprender a cuidarse a sí mismos.

Es difícil que esto se les enseñe en casa, donde tienen un vigilante exclusivo, comenta Itziar Zubillaga, profesora-investigadora de la Facultad de Pedagogía de la Universidad Panamericana (UP).

En la guardería los pequeños realizan diversas tareas que les permiten desarrollar sus habilidades y prepararse para el ingreso al sistema escolarizado.

Los padres, a quienes les corresponde reforzar estos conocimientos en casa, sin duda obtienen un gran apoyo de las guarderías, también conocidas como estancias infantiles.

"Su compromiso es hablar el mismo idioma que en la guardería. Por ejemplo, tienen que establecer horarios similares para alimentar o dormir a sus hijos", precisa Angélica López León, coordinadora de las guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Ventajas

Los especialistas coinciden en que los niños que asisten a la guardería son más independientes, críticos, creativos y sociables.

También son menos tímidos, miedosos y más decididos, precisa Zubillaga.

"Aprenden a manejar la tolerancia a la frustración, porque tienen que competir con otros compañeros por los juguetes, las maestras o el espacio en sí", indica López León, licenciada en educación preescolar.

Además, puntualiza, se les inculcan los valores de respeto, lealtad, dignidad, responsabilidad y orden, entre otros.

Para Margarita Espinosa Jiménez, profesora-investigadora de la Facultad de Pedagogía de la UP, es muy importante que en las guarderías se transmitan normas.

En la actualidad, en el hogar se ha perdido la enseñanza de éstas, en cambio en estos centros son pilar del desarrollo de habilidades, puntualiza Espinosa Jiménez.

Y las abuelitas...

Las expertas aseguran que no es malo que los pequeños sean cuidados por abuelos o tíos, pero no tienen las mismas oportunidades de desarrollo, pues en la guardería éste se potencia.

Por ejemplo, si a la abuelita no le gusta el hígado, que es esencial para la alimentación, es muy probable que no cocine este alimento para su nieto. En cambio, en la guardería sí lo probará.

Los niños aprenden...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR