¡Cuidado con la contaminación!
| Autor | Fernanda Ramón |
Nadie pensaría que realizar ejercicio podría tener una mala cara, pero estos días hacerlo intensamente al aire libre podría traer graves problemas a la salud si no se toma en cuenta la contaminación ambiental.
Tan sólo de enero a noviembre del año pasado, el 75 por ciento de los días en Monterrey presentaron una mala calidad del aire; además, en días de frío la concentración de partículas contaminantes se incrementa.
Esto significa que esta temporada, aquellos que realicen actividad física en el exterior, especialmente de manera intensa, o quienes tengan predisposiciones de problemas cardiorrespiratorios, corren mayor riesgo.
"Se calcula que respiramos 10 litros de aire por minuto cuando estamos en reposo, como cuando caminamos. Cuando corremos, puede aumentar hasta 10 veces más, o sea, estás expuesto 10 veces más a la contaminación", explica Lili Figueroa, especialista en medicina del deporte.
Aquellos que durante el ejercicio respiran por la boca, quedan más expuestos a estos contaminantes, dice la también deportista, debido a que se privan del filtro natural que realiza la nariz cuando respiramos.
"Cuando yo corro y tomo aire por la nariz, los vellitos sirven para que las partículas se queden allí, pero cuando corres con mucha intensidad, debes tomar aire por la boca", añade.
"Hay mucha gente que dice 'es que hay qué respirar por la nariz', pero no, si yo controlo la respiración me fatigo más, porque no usas los músculos involuntarios, sino los voluntarios".
AFECTACIONES
A través de su paso por las vías respiratorias, el aire contaminado puede provocar irritación e inflamación, produciendo moco y aumentando la dificultad para respirar, aunque a menudo se confunde con otras cosas, asegura Figueroa.
"Arden los ojos, la nariz y dan dolores de cabeza, se agrava más tu dificultad respiratoria. Que te falte el aire es parte de la adaptación del ejercicio, pero cuando esto es otro nivel, que falte el aire cuando apenas estés calentando, seguramente es por la contaminación".
Entre mayor exposición, mayor es el riesgo de que se desencadenen procesos inflamatorios como rinitis, rinosinusitis, faringitis, laringitis, crisis de asma o incluso, problemas cardiovasculares, de acuerdo con Rodolfo Posadas Valay, especialista en neumología.
"Hay algunas partículas menores de 2.5 micras que pueden pasar fácilmente los alveolos y pasar a la sangre, entonces no sólo hablamos de un efecto en las vías respiratorias o en los pulmones, sino ese paso a la sangre...
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