Cuestionan el sadismo actual

AutorMaría Eugenia Sevilla

Desde el otro lado de un espejo de tocador, Sade le guiñó el ojo al director y productor teatral Israel Casillas, hace dos años, bajo la visión de una marquesa megabizcochísima dispuesta a confesar en público sus más íntimas perversiones.

Pero la narración de este personaje, que resultó en una creación hecha a la medida para Regina Orozco, alias "La Megabizcocho", no sería un mero recuento erótico.

Así tampoco lo son, considera Casillas, los pasajes de La filosofía en el tocador, obra literaria de Donatien-Alphonse-François, Marqués de Sade (París, 1740-Charenton, 1814) que inspiró el montaje de Sade: Cómplices del placer, a estrenarse el 24 de agosto en el Teatro de la Ciudad.

"Sade era el pornógrafo de la época, pero entre líneas lo más importante que nos enseña es el sentido de libertad", señala el director escénico, quien advierte que la pieza, con textos de su autoría, lejos de tocar el sadismo sexual, es una reflexión sobre la naturaleza de las relaciones humanas.

"Trata de explicar la necesidad y la dependencia que sentimos hacia otras personas".

Integrado por cuadros de drama, música, danza y videoarte, este espectáculo "multitobimedia" en el que la actriz hará gala de sus facultades de soprano con obras de Mozart, Piazzola y de su hermana Lorena Orozco, cuenta con la participación de nueve bailarines, que interpretarán danzas con fuego y coreografías de Fernando Esteban.

"Visualmente es sensual pero sin caer en lo grotesco, es un trabajo muy fino", asegura Casillas.

La selección musical es de alta costura, observa Orozco, ya que obras como las sonatas Op. 109 y 110 de Beethoven, el estudio La Campanella, de Liszt, y el Vals de la Suite No. 2 para orquesta de jazz, de Shostakovich, serán hilvanadas al discurso escénico en la interpretación del pianista Rodolfo Ritter.

"Lo concebí como una especie de museo escénico en el que se ven varias piezas que pueden parecer independientes, pero en conjunto muestran cómo se vive el sadismo en la actualidad", explica Casillas.

La obra cuestiona acciones sádicas de la vida...

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