Cuentos de colchón / Bien enganchada

En el relato pasado les conté de la vez que me comí una banana sin pelar y lo mucho que me gustó. Bueno, aquí les va la segunda parte, como se los prometí.

Después de aquella buena revolcada, por supuesto que hubo una revancha.

En poco tiempo me volvió a buscar y, como sí me había gustado, ya hasta tenía registrado su número. Al revisar el WhatsApp y ver su mensaje se me calentó la panocha.

Ya me imaginaba a ese "Piolín" dándome verga muy duro y por horas... ¡Y no me equivoqué!

Nos quedamos de ver por el Periférico, pero esta vez más al norte, pasando la Carretera a Tesistán, como rumbo hacia Alcalde.

Al llegar al punto de encuentro lo vi a lo lejos y la verdad se me hizo muy atractivo, de inmediato pensé "ya empezamos mal". Me había gustado demasiado y eso era peligroso.

Llegamos a un lugar privado y enseguida empezamos a darle. Nunca hubo besos ya que tenía dientes postizos, según me platicó se le cayeron en un accidente, pero me valió madre, yo lo que quería era una buena cogida y eso fue lo que obtuve.

¡Qué buen sexo! Me acomodó de varias maneras y hubo de todo. Duraba tanto que...

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