Empresa/ Cuenta nueva
| Autor | Alberto Barranco Chavarría |
Sin haber llegado formalmente a las manos, pese al dominio de la quebradora por parte de los técnicos, la expectante batalla campal de ayer entre funcionarios públicos y representantes de las cúpulas empresariales, por más que a la hora de la verdad resultaron tres contra tres, derivó en una victoria indiscutible para el bando de los rudos.
El gran ausente en el primer caso, por más que se adujo no estar invitado a la Comisión de Activación Económica, concebida como brazo ejecutivo del Consejo para el Diálogo con los Sectores Productivos, fue el Secretario de Economía, Luis Ernesto Derbez. En el segundo lo fue el presidente de la Coparmex, Jorge Espina, quien envió a uno de sus vicepresidentes.
Ahora que la mayor descortesía, presentes los Secretarios de Hacienda, Francisco Gil Díaz; del Trabajo, Carlos Abascal, y el coordinador de Políticas Públicas de la Presidencia de la República, Eduardo Sojo, a la par de los presidentes del Consejo Coordinador Empresarial, Claudio Xavier González, y de la Concamin, Javier Prieto Treviño, corrió a cargo de la representación obrera, acudiendo líderes de segundo o tercer nivel...
... Quizá porque en principio estaban convocados a ser simples testigos de palo del supuesto agarrón, por más que a final de cuentas estarían invitados a un encuentro similar, en calidad, ahora sí, de estetas.
La idea, planteada fuera de programa, es abrir un diálogo para poner en la mesa lo que el sector empresarial ubica como su parte en la búsqueda de vías para la recuperación económica, es decir, moderar sus pretensiones de incremento salarial en las revisiones contractuales, sin llegar a implantarse un tope, a más de aceptar, en su caso, el recorte de las jornadas laborales ante una eventual disminución de la utilización de capacidad instalada de las plantas... recibiendo una percepción equivalente.
Lo cierto es que la representación empresarial llegó con cuatro puntos en la agenda... y salió con seis.
Más allá de la exigencia de arbitrar la concertación obrero-patronal, las cúpulas lograron un compromiso en firme para un combate frontal, desde las trincheras de las Secretarías de Hacienda y Economía, contra las prácticas desleales de comercio.
En el primer caso, las aduanas le cerrarían el paso a ilícitos como contrabando, subfacturación, falsificación de certificados de origen y demás similares y conexos, y en el segundo, se agilizaría el desahogo de los procesos contra empresas exportadoras que llegan al país con...
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