En cuenta llena

CANCHA /Staff

Lejos de limpiar su imagen, los dos pronunciamientos de Roger Clemens en torno al Reporte Mitchell, que lo vincula al uso de sustancias para mejorar el rendimiento, parecen inculparlo más.

En su par de breves descargos, Clemens no pudo atacar el testimonio de su ex preparador físico Brian McNamee, quien reveló al equipo de investigadores de Mitchell haber inyectado en repetidas ocasiones al pitcher con el esteroide anabólico estanozolol (Winstrol) durante la temporada 1998.

En aquel calendario, el lanzador marchaba con marca de 8-6 con 3.77 de efectividad, pero McNamee recordó que, desde que iniciaron las inyecciones y hasta que finalizó la campaña, compiló 12-0 con 1.77 de carreras limpias.

El serpentinero no pudo refutar con argumentos ni hechos el pormenorizado contenido de las nueve páginas del Reporte Mitchell que lo relacionan con el uso de sustancias. Más bien apeló a la emoción y a posponer su explicación, a ganar tiempo.

"Firmemente, vehementemente y cualesquiera otros adjetivos que se puedan usar, Roger Clemens niega haber utilizado jamás esteroides", señaló a través de un comunicado dado a conocer por su abogado Rusty Hardin, el día en que el Reporte Mitchell salió a la luz.

En su declaración del martes pasado, cinco días después de la divulgación del reporte y a tres de que Andy Pettitte confesara haber empleado hormona de crecimiento humano en dos ocasiones, como lo había revelado el mismo McNamee en el propio documento, el pitcher fue igual de breve pero más sentimental.

"No tomé esteroides, hormona de crecimiento humano ni...

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