Cuenta Lu las horas para el debut

AutorJuan Carlos García

A la preparación para su debut en el Teatro Metropólitan, los chicos de Lu le han tenido que adicionar desvelos, malas pasadas, nervios, expectativas y emoción por los ensayos de las últimas semanas.

Mario y Paty visitaron, días antes de su concierto, este 23 de marzo, el inmueble al que le tenían muchas ganas desde que iniciaron su carrera como dupla musical, hace más de cinco años. Se entusiasmaron cuando lo vieron vacío, cuando entraron al camerino sin nada montado, cuando pasearon por el vestíbulo sin más personas que elementos de seguridad adentro.

"Ya habíamos hecho muchísimas fechas aquí, en el DF, pero no en el Metropólitan, así que esta es la máxima, teníamos tantas ganas de hacerlo, tenemos entre nervios, ganas, todo es una mezcla de emociones", dice Paty.

Y como los empleados del lugar tenían compromisos previos para otras presentaciones, el día de la cita fue antes de las 10:00 horas, lo que significó para Mario un completo sacrificio, ya que, afirma, "rinde" mejor de noche.

"Soy de esos tantos que no pueden levantarse temprano, me cuesta muchísimo. Yo sí creo que si en muchas oficinas les dijeran a sus empleados, a los que son 'nocturnos', 'entren tarde y salgan tarde', como de tres a once o doce, sería genial, porque así serían más productivos, más pro- activos, más creativos", cuenta, entre bostezos.

Mario Sandoval, de 29 años, y Paty Cantú, de 23, caminaron entre las butacas vacías, en las escaleras del vestíbulo y en la zona del mezzanine. Hasta se pararon en la parte trasera del escenario, que tapa la tramoya y la escenografía.

Recorrieron todos los rincones del que será uno de los sitios que, esperan, los reciba con los brazos abiertos, al cantar temas de su disco homónimo y del más reciente, Álbum, el cual cuenta con canciones como "La Vida después de Ti", "Si Tú Me Quisieras" y "Voy a Llorar".

Ambos desayunaron ligeramente antes de enfilarse al lugar, ubicado a una cuadra de la Alameda. Salieron, y fue Mario quien pidió ir a comprar un café para terminar de despertar. Y claro, acompañado de su imprescindible cigarro.

"Es un expreso con vainilla y leche, para despabilarme", precisa. Ya antes se había puesto gotas para los ojos rojos, pues se durmió poco antes de las cuatro de la madrugada.

Tras salir de la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR