José Luis Cuéllar Garza / Derechos, civiles, humanos
| Autor | José Luis Cuéllar Garza |
Como si faltaran elementos a abonar a la complejidad del panorama, las últimas semanas sobrevinieron sendos conflictos que introducen una variable inesperada en el debate nacional: el papel de los derechos humanos en nuestra vida social, en el orden político y en el sistema normativo nacional.
El primero brincó donde menos se esperaba: en la batalla de Jorge Castañeda por la Presidencia. Conviene recordar que luego de su precampaña por la República (y ante el aparente desinterés de los partidos políticos de tomarlo como su candidato), el ex Canciller solicitó al IFE su registro como candidato independiente. El Instituto Federal Electoral resolvió la improcedencia de la solicitud con base en lo dispuesto en la Ley Electoral federal, donde se establece que la contienda electoral es territorio exclusivo de los partidos políticos y que quedan excluidas las "candidaturas ciudadanas". Luego de que tal criterio fue confirmado por el Tribunal Electoral, Castañeda acudió ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (reconocida por México mediante un Convenio de Adhesión ratificado por el Senado) para solicitar su amparo y protección, alegando que las autoridades mexicanas estarían violentando sus derechos humanos.
Hace unos días la CIDH resolvió solicitar "al Estado mexicano" que se le otorgue a Castañeda su registro como "medida precautoria" (es decir, como acción tutelar preventiva, ya que puede ocurrir una pérdida irreparable de derechos), en tanto se acuerda en definitiva la procedencia de la demanda.
Comunicada la resolución se desató una lamentable confusión en la que ni la Secretaría de Relaciones Exteriores ni la Secretaría de Gobernación ni el IFE querían hacerse responsables. Finalmente, se integró un equipo jurídico conjunto que formulará la respuesta gubernamental a la Corte hemisférica. Mientras tanto, el asunto ha generado inquietud y la toma de las posturas más diversas por parte de los partidos políticos, ya que algunos se han pronunciado en pro mientras que otros se han alarmado, sobre todo, por la merma que supondría en las prerrogativas de que gozan.
Sin darle muchas vueltas, la respuesta mexicana girará seguramente en torno a la dada por el director del Instituto Matías Romero, del Servicio Exterior Mexicano, Embajador Miguel Marín Bosch: "Me inclino por pensar que no van a aceptar que una persona, que un particular pueda presentarse a la Presidencia porque en un momento dado no habría lista suficientemente larga, papel...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba