José Luis Cuéllar Garza / Barragán, patrimonio de la humanidad

AutorJosé Luis Cuéllar Garza

El tiempo y la verdad han terminado por confirmar lo que muchos intuíamos. Finalmente, el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO reunido en China ha declarado a la Casa Luis Barragán en Tacubaya, localizada en la Ciudad de México, como Patrimonio de la Humanidad, dentro de la categoría de patrimonio moderno. (mural.com/cultura, 2 de julio).

Se trata de un reconocimiento por demás significativo, pues a diferencia de los centros históricos de Puebla, Zacatecas o Oaxaca, o del imponente Hospicio Cabañas, donde se trata de conjuntos arquitectónicos urbanos de gran magnitud, esta casa, singular en todos sentidos, aislada y aún inserta en un contexto urbano de poca significación, ha ganado por sí sola el mayor de los reconocimientos, justo por lo que es: una casa de un valor, dimensiones y significación cultural universal, y propia ya de la humanidad entera, es decir, de la cultura de todos los tiempos.

Esto representa una magnífica noticia para nuestro País y un motivo de legítimo orgullo para los jaliscienses. Debe representar también un aliciente más para que las autoridades estatales y nacionales involucradas trabajen junto con las entidades sociales que han promovido su conservación, persistiendo en su esfuerzo por mantener abiertas sus puertas y difundir más intensamente los contenidos y valores de esta obra, que según lo establece el texto emitido por el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO, "constituye un ejemplo excepcional de la contribución innovadora de un eminente creador de la arquitectura posterior a la Segunda Guerra Mundial".

En el texto del comunicado se destaca el valor universal de la Casa Barragán, "al ser una obra maestra dentro del movimiento moderno de la arquitectura, que integra elementos tradicionales del patrimonio vernáculo mediterráneo mexicano, tanto filosóficos como artísticos, en una novedosa y excepcional síntesis". (Público/Cultura, 3 de julio).

Conviene por tanto hacer un breve recuento de la circunstancia que rodea a la Casa Barragán y a otros bienes heredados por el famoso arquitecto y premio Pritzker. Cuando falleció Barragán en 1988, otorgó varios legados. La propiedad de su casa fue repartida en pequeñas proporciones a decenas de personas, familiares y amigos. Su biblioteca, igual que su acervo pictórico, sería legado a una institución que habría de designar el arquitecto Ignacio Díaz Morales, siempre que ésta se constituyera justamente para preservar tal patrimonio. Se formó así la Fundación de...

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