La Cuba plural de Raúl

AutorYolanda Martínez

Corresponsal

LA HABANA.- A cinco años de la llegada del general Raúl Castro a la Presidencia del gobierno, Cuba muestra nuevas y muy diversas facetas.

Persiste la comunista a ultranza, anclada al pasado, que ve perder su omni- presencia con el paso de los calendarios y todavía, desde los penthouse del poder provincial, otea el futuro con algo más que desconfianza.

"Esto se derrumba. Tal como se están haciendo las cosas, la diferencia de clases es imparable. En pocos años, cuando ya no esté la generación de la Sierra, aquí del socialismo no va a quedar ni el nombre", declara un ex funcionario con cuatro décadas de militancia, quien no quiso ser identificado.

Pese a una represión de baja intensidad, sostenida tenazmente por las autoridades, en estos años se ha renovado además la Isla disidente, con una juventud descreída, radicalmente impermeable a las transformaciones socioeconómicas impulsadas desde el gobierno raulista, que reclama, sobre todo a través de los ciber-medios, un cambio de régimen político, con libertades civiles plenas, en el marco de una democracia pluripartidista.

En las filas opositoras -fragmentadas en pequeños grupos y aún con escaso apoyo popular- siguen considerando que las reformas del último quinquenio son sólo "cosméticas" y critican el ritmo lento que impone el gobierno al insuficiente programa de cambios que aplica.

Para Yoani Sánchez, la bloguera disidente más famosa de Cuba, las trasformaciones económicas de Raúl Castro forman parte de la estrategia del régimen para mantenerse en el poder, pero abrieron el apetito de los cubanos, que ahora quieren más.

Por su parte, académicos emigrados, como Arturo López, subrayan desde las universidades estadounidenses donde imparten clases la lentitud en la aplicación de las aperturas, incluida la reciente reforma migratoria y la ausencia de una política que incentive las inversiones de cubanos del exterior.

Pero entre los disidentes que viven en Cuba, también hay quienes igual que muchos otros cubanos dicen entender las dificultades del proceso transformador que afronta el país.

"Es complejo desaparecer la doble moneda, y también lo es mantener un Estado socialista que dé resultados positivos, a la vez que se reduce el enorme aparato burocrático y se facilita la ampliación de un sector productivo y comercial autónomo que funciona con herramientas del capitalismo. Eso acabará forzando los cambios políticos que la dirección del país pretende evitar", afirma el economista y ex...

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