Cuba es un campo ?minado?: Guerra

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 13 (EL UNIVERSAL).- Wendy Guerra nunca ha dejado Cuba, es literal y es literaria su estancia en la Isla que aún resguarda algo de la utopía revolucionaria.

Su literatura ocurre en Cuba porque es el territorio que mejor conoce y es donde puede moverse con soltura, porque aunque escribe ficción, cada nueva obra suya es una revisión profunda del contexto que recrea, porque así lo necesita y lo hace a tal grado que aún tiene lastimado un oído como secuela de ?Negra?, la novela en la que vivió por meses entre rituales y conjuros religiosos.

En su más reciente novela, ?Domingo de Revolución?, la narradora nacida en Cuba, en 1970, cuenta la historia de Cleo, una joven poeta de La Habana que vive bajo sospecha. La Seguridad del Estado y el Ministerio de Cultura creen que su éxito ha sido construido por ?el enemigo? como un arma de desestabilización, una invención de la CIA. Para el otro bando, el de los intelectuales en el exilio, Cleo es, con sus aires críticos, una infiltrada de la inteligencia cubana.

Esa obsesión por la Isla hizo que mientras Wendy creaba esta ficción, la realidad se metía por la ventana, pero ahora, con la muerte de Fidel Castro, le asombra la cantidad de coincidencias históricas que han ocurrido: ?Ha sido increíble que la novela cuente, por ejemplo, en el centro de acción, la muerte de García Márquez, la muerte de una utopía, la muerte de la izquierda revolucionaria. Que de pronto muera Fidel Castro ha sido una conmoción tremenda, pero para mí, que había escrito ?Domingo de Revolución? años antes, ha sido estremecedor?.

Wendy Guerra dice que nunca se imaginó la cantidad de mujeres cubanas que fueron acalladas, mujeres que nunca pudieron escribir, ni nunca pudieron decir lo que estaban viviendo a nivel nacional o internacional. ?Después de escribir esta novela me pregunto cómo nadie antes escribió una novela sobre una mujer vejada; porque en el siglo XXI quitarle la voz a las mujeres es una vejación de alto calibre, me da tristeza no haberlo escrito antes?, comentó.

La escritora nunca ha sido complaciente con el régimen cubano, incluso ha sido muy crítica en sus novelas y en sus textos periodísticos, pero con todo dice que ella nunca podría irse de Cuba, también sus novelas seguirán en Cuba porque se siente incapaz hablar de la vida de otros mundos y de otros hombres que no sean los suyos.

?He vivido sitiada en Cuba, no hay fronteras, hemos vivido muy lejos del extranjero, todavía creo que eso que...

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