El cuarto poder

(Embargada para sitios en internet hasta las 24:00 horas locales)Luis Maldonado VenegasSecretario de Educación del estado de PueblaEL UNIVERSALEl debate en torno a la reforma política puso nuevamente de moda la expresión "participación ciudadana". Estas dos palabras han merecido espacios en artículos, declaraciones y análisis de prestigiados abogados, líderes políticos, respetables analistas, acuciosos legisladores y hasta de un ex presidente de la República.El tema es apasionante: cómo romper el cerco impuesto desde el poder, llámese público, político, económico o fáctico, a quienes son (o debieran ser) fuente de legitimación de toda democracia: los ciudadanos.Hace un par de años, el doctor Alejandro Gertz Manero (hoy diputado federal) y el autor de estas líneas, promovimos la creación de un cuarto poder, el poder ciudadano. Dijimos entonces que, en teoría política, el equilibrio de poderes supuso que la creación de tres instituciones: una que legislara, otra que aplicara la ley y una tercera que resolviera las controversias, generaría el balance necesario para terminar con el despotismo ilustrado, que hoy podríamos identificar con el autoritarismo antidemocrático.También advertimos en el 2009 que, en muchos casos, los poderes están convertidos prácticamente en el instrumento de la fuerza de unos cuantos sobre los derechos de las mayorías. Se ha ido pervirtiendo el modelo original porque los poderes y muchos partidos se han convertido en un todo sistémico que se sirve a sí mismo.Para Max Weber, la culpa es de un grupo (una minoría) de "profesionales", involucrados activamente en la cosa pública, que viven de la política y no para la política. Los ciudadanos sobreviven secuestrados por ese grupo de profesionales, que mantiene su control sobre la...

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