El Cuaderno Verde / Improntas culturales
| Autor | José Gordon |
Unos gansos siguen a su mamá que resulta ser un señor de barbas blancas. La fotografía es famosa: el doctor Konrad Lorenz camina en su jardín de Altenberg con una pipa en una mano, en la otra una cubeta. Detrás de él se ven tres pequeñas crías que marchan en hilera pendientes de sus pasos.
Ahora sí que "los gansitos" lo trataban como si fuera su madre ya que al salir del cascarón, cuando debería aparecer la figura materna, lo que tuvieron ante la vista fue al doctor Lorenz. Esa imagen quedó estampada en su percepción. A este fenómeno se le llama impronta. Los mamíferos también demuestran en sus primeras etapas vitales un apego y una preferencia por lo que les fue más cercano. El periodo sensible de apego se prolonga más en las llamadas especies superiores. Se considera que en los niños este vínculo se establece durante una etapa de tres años.
La impronta, en términos generales, es una huella, una marca. Este concepto se abre también al campo de la psicología y de la cultura para hablar de improntas sexuales, musicales, literarias y culinarias que predisponen a un gusto o a un ritmo vital.
Recientemente, en la revista Time, se publicó un reportaje sobre la investigación que realizan las transnacionales de la industria de alimentos en torno a los sabores de sus productos. La sorpresa es que en esta área la globalización confronta resistencias culturales sutiles. La impronta de los sabores primeros modifica productos que presuntamente deberían de ser homogéneos para mejorar las economías de escala. Así, en el McDonalds mexicano nos encontramos con los "macmolletes" y en los restaurantes japoneses de nuestro país comemos sushi con chipotle. De acuerdo con François-Xavier Perroud, vocero de la compañía Nestlé, las investigaciones que realizan indican que todo se remonta a la infancia: "El perfil del gusto se fija muy tempranamente en las mentes de las personas". De ahí la variedad de sabores que buscan para un mismo producto en diferentes regiones.
BEATLES CON SABOR TROPICAL
En el laberinto de la identidad, los giros y ritmos musicales son uno de los elementos que más claramente distinguen a una cultura. Para apreciar esto basta ver la adaptación de los Beatles a la música tropical: la melodía de I want to hold your hand, toma la impronta caribeña. El resultado es fascinante. El momento de...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba