Crónicas Morrocotudas / 'El viaje no acaba nunca'
| Autor | Leslie Alger |
Durante su última visita a México, el escritor portugués José Saramago, Premio Nobel de Literatura, comparte en entrevista lo que en su mente significan los viajes. Escuche usted conmigo:
La vida como un viaje
"Si nosotros entendemos la vida como un viaje, lo es. Viaje, que es un viaje interior en el que cada uno va teniendo del mundo percepciones distintas que se complementan, se contradicen; eso no es muy distinto de lo que ocurre cuando uno viaja; viaja, se desplaza, va recibiendo imágenes, sensaciones, hay vivencias.
"Y por otra parte, en primer lugar prácticamente todo el mundo se desplaza por necesidad. El ser humano puede ser y es inimaginable, un ser humano que nació ahí y ahí se quedó. Sencillamente, el hecho de que tenga órganos, sentidos, si está ahí y mira lo que está más allá, lo lógico es que se mueva en dirección de lo que está más allá.
"En ese sentido, el viaje interior es conocimiento y el viaje por desplazamiento es por necesidad y a partir de un momento determinado, porque es condición humana moverse, no puede hacer otra cosa. Se llega a convertir en algo distinto lo que llamamos el viaje, será de disfrute; será el largo viaje, como ahora mismo".
Los viajes y la historia del hombre
"Africanos que cruzan, no todo, una parte del continente africano, o que cruzan el mar para llegar a Europa: el viaje de migrantes. La historia de la humanidad se puede contar por la historia de las grandes migraciones. Los pueblos siempre se movieron de un lado a otro. Y cuando se mueven llevan su cultura, su idioma, sus costumbres, todo eso a otro lugar. Y una de dos: o entran pacíficamente al lugar o entran en conflicto. El latín se ha difundido por las lanzas y espadas de las legiones romanas, el castellano llegó aquí traído por los frailes y los soldados. Así son las cosas".
El viajero y el turista
"Pero ahora nos acostumbramos a esta idea de que el viaje es sinónimo de turismo, y no hay nada peor que el turista, con todo el respeto del mundo. Se acabó el viajero, esa forma de estar, esa forma de moverse, esa forma de mirar del viajero, que lo hacía para conocer y para comprender.
"Al turista, con alguna excepción claro, no le interesa. Lo que le interesa es hacerlo muy rápidamente, ir al mayor número de restaurantes y museos, y de esto y de aquello y de lo otro; hacer una cantidad de fotos tremenda. Fotos que le van a servir para finalmente ver lo que no ha visto antes, porque entre el turista y lo que está retratando hay una cámara, y...
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