Crónicas del Metro / Certeza

-Me regresa mi pasaje joven.

-Tenga. ¿Porqu...? (bostezo).

-¡Porque usted se viene durmiendo, yo no me quiero morir!-, grita una anciana al chofer del micro, a quien se le nota la cruda y el desvelo.

Los demás pasajeros yacen indiferentes, lucen como cadáveres vivientes, y la mujer tiene razón, nadie se quiere morir, el sueño eterno vendrá a recogernos algún día, pero nadie cree en verdad vaya a suceder, pero es la única certeza de la vida...

Por fin llegué al sitio donde voy ver a mi padre, cada año es la misma reunión en el mismo parabús, frente a la estación del metro Barranca del Muerto.

Mi padre, puntual como siempre...

-¿Cómo te va?

-Igual que siempre-, contestó.

¿A quién engaño? él no va a venir... desde que murió, cada año regresó al sitio donde platicamos por última vez.

Papá, sin ti la familia luce más pequeña, pero tu espíritu se logra sentir, porque lo tengo guardado en mi corazón y ahora las palabras resultan insuficientes para expresar que aún me duele que no estás aquí, vivo, como la última vez...

...

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