CRÓNICAS DEL METRO / Bocinas

Pocas cosas logran sacarme de armonía; mas, lo puede lograr un individuo que carga a sus espaldas una bocina, de la cual sale el más horrible ruido, que los jóvenes de ahora llaman reggaeton.

Es irritante aguantar a la mayoría de los individuos que, tras subirse al convoy, no tiene cuidado en percatarse que el volumen con el que ofrece su ruido hace que su bocina barata emita unos sonidos que son molestos para el oído humano, no por la música sino por la distorsión.

¡Hay veces en las que dan ganas de sacar unas tijeras y cortarles el alambre!

Pero lo peor es que cuando el terrible ruido termina de salir de su altavoz, el individuo, quien en ocasiones está ataviado con la más horripilante moda tipo Daddy Yankee, ofrece su disco pirata con el tono más agudo de voz que le sale de las entrañas, lo que hace aún más molesta su presencia en el vagón.

Una vez vi que una señora, de esas que traen cara de que están oliendo caca, le reclamó a uno de estos sujetos y le pidió que apagara su aparato...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR