Crónicas del Metro / Gripientos

Con tantos cambios climáticos uno no sabe si salir muy abrigado o ligero de casa, lo malo de esto es que las enfermedades respiratorias están a la orden del día.

Así me pasó, la semana pasada al salir de mi casa por la tarde y como hacía calor opté por no cargar chamarra, total en el Metro ni se sienten los cambios de temperatura.

Error fatal, al subirme en la estación Viaducto el calor se elevó mucho más y quienes viajábamos en el mismo vagón lo sentimos así.

El viaje fue lo mismo de casi todos los días, gente absorta en sus problemas, hasta que entró el tren a la estación Pino Suárez.

Ahí una mujer de aproximadamente 35 años abordó el mismo vagón donde me encontraba, y como éste estaba a reventar, entre empujones y pisotones, vino a quedar justo frente a mí.

Aquella mujer de lentes, cabello obscuro y chamarrón negro, estaba enferma de gripa, y lo supe inmediatamente porque los estornudos insistentes, lo rojo de su nariz y los ojos llorosos, la delataban.

En el primer estornudo ni la boca se tapó así que sus microbios volaron salpicando de salvia mi rostro. Obviamente que me molestó mucho su falta de educación.

"Perdón, mil disculpas por favor, lo que pasa...

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