Crónicas desde mi cama / De lengua me como un taco

Respeto mucho a los hombres que gustan y realmente saben practicarle sexo oral a una chica. Es cierto que hay muchos a quienes les encanta dar unos cuantos lengüetazos de cachorro mal amaestrado a la vagina antes de meterse en ella, pero es muy raro encontrar uno que de verdad disfrute comerle el moñoñongo a su chava y que además sepa cómo llevar el baile de su lengüita hasta sus últimas felices consecuencias.

Cuando una mujer encuentra a un hombre que lo mama bien, sabe que encontró un tesoro. Muchos chavos pueden coger riquísimo, pero los que saben chupar, se cuecen aparte. Parece complicado, pero es bien fácil, el asunto radica en que, a diferencia del hombre (que en cuanto se le para aquello quiere meterlo en donde quepa y pueda menearlo), a las mujeres nos gusta ir despacio. Como si se tratara de un paseo dónde vas viendo el paisaje, o en términos masculinos: a una chica, como a un motor, hay que irla aflojando antes de correrla en carretera. Para eso no es necesario un tratado de ingeniería ni un consejo de sabios, es cosa nomás de seguir algunos pasos básicos.

Paso 1: Calienta el boiler antes de bañarte. Para nosotras, la pasión comienza en el cerebro, somos más de palabras. Puede ser el hombre más equis del mundo, pero si logra que fantaseemos con él o que lo deseemos, nos tiene ganadas. Cuando estés en la cama con una mujer, antes de empezar a invadirla haz que se sienta cómoda, dile que es bella, qué te gusta de ella, haz que confíe en ti como para dejarte bajar entre sus piernas.

Paso 2. El primer beso. Nunca te vayas directo a babear la cucaracha, a menos que ella te lo pida, lo encontrará invasivo. Para una mujer, un buen oral comienza con un beso en la boca, por eso es importantísimo cuidar que no te apeste a mingitorio, una mujer nunca dejará que a su vagina lleguen unos labios que huelen a cañería. Ten también en cuenta que la forma en que la beses, le dará una idea de lo que sabes hacer con la lengua, si lo haces bien, te dejará bajar, si no, olvídalo.

Paso 3. Bajando. De la cara a la cola hay que bajar poco a poquito. Baja por el cuello, circula sus senos como si rodearas glorieta, besa su abdomen. Si percibes que en algún lugar ella siente cosquillas, evítalo. Según vayas bajando bésala, chúpala y lámela. Muévete alrededor de la orilla de su pecho, primero besándola ligeramente, luego lamiéndola y finalmente chupándola suavemente (no chupes tan fuerte que hagas moretones ni tan baboso que la dejes encharcada). Cubre todo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR