La Crónica.../ Los retratos de Rivera por Modigliani

AutorNicolás Sánchez Osorio

Pocos en México saben que desde 1914, el gran Modigliani admiraba tanto a Rivera que le hizo no uno, sino varios retratos. Sería interesante que alguna de estas obras, algún día, pudiesen integrarse a alguna de las grandes colecciones de Riveras, como por ejemplo la del Museo de doña Dolores Olmedo. Carlos Phillips Olmedo, que a la muerte de su queridísima madre ha seguido a la cabeza de este maravilloso proyecto de arte en homenaje al más grande pintor mexicano del siglo 19, me confesó la otra noche que no estaba enterado de que Amedeo Modigliani hubiese retratado a Rivera. Gracias a nuestros contactos entre los principales galeristas de París, pudimos obtener una fotografía de esta obra que próximamente podría volar a México. Se trata de una tinta café, mina de plomo y lápices de colores de 30 por 21.5 centímetros, en el que se ve a Diego con barbas y con esa mirada siempre tímida y maliciosa que tenía en sus mejores años. Era la época en que se la pasaba entre París y España, en compañía de Angelina Beloff, su conquista rusa del momento. Modigliani, quien compartía seguramente una cierta amistad con Diego, una admiración, una relación que al menos que lo hacía estar cerca de él en esta época en que el pintor vivía en París, y a quien seguramente frecuentaba en su gran estudio, en el segundo piso del número 26 de la Rue du Depart en el barrio de Montparnasse, en plena moda, y en donde ya se instalaban muchos de los que, como el propio Diego, venían de Montmartre, hasta esos momentos la meca de la bohemia de los pintores, de los creadores. De ese grupito muy nutrido y privilegiado de creadores en el que Diego se encontraba, y del que ya formaban parte nada menos que el propio Picasso, Georges Braque, Fernand Leger, Marcel Duchamp, Guillaume Apollinaire, James Joyce, Arnold Sch"nberg y, por supuesto, Modigliani, quien también participaba con todos estos personajes, a quienes a su vez fascinaba a todos: a hombres y a mujeres. Pasiones, amores, mucho alcohol y una genialidad tal que a sus 36 años Modigliani se despedía de la vida entre droga y hachís como el arquetipo de un artista maldito. Este retrato del que hoy nos ocupamos forma parte de toda una serie que en 1914 Modigliani hizo con Diego. Son cinco los retratos de Diego que se encuentran repertoriados en la obra de Modigliani. Cuatro prácticamente del mismo tamaño, por diferencia de centímetros, menos un óleo sobre cartón de un metro de alto por 79 centímetros de ancho, que se...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR