La Crónica...
| Autor | Nicolás Sánchez Osorio |
Los últimos días de los Botero en Zihuatanejo
Gian Piero Dotti es un italiano que reside en París desde hace casi un cuarto de siglo. Un hombre de mundo muy internacional, viajero incansable, solterón empedernido, diletante, muy amiguero, súper jet-set y con una agenda tan llena y comprometida, (bodas, bailes, week-ends en Saint Tropez, esquiadas en Gstaad, cacerías en España, vernissages, etc,) que cuando alguien lo invita a un evento social, antes de sacar su agenda Hermes y apuntar la fecha de la invitación pregunta: "¿en el 2004 o en qué año? Una broma que hasta algunas veces se la cree. No obstante, Dotti es muy querido en toda Europa, y las anfitrionas lo tienen bien presente en sus listas dada su condición de soltero. En las mesas de París siempre faltan hombres y felizmente (para nosotros) hay más mujeres que gentlemen. Dotti pasó unos días en la Ciudad de México y en Mérida, vía La Habana y Cancún, porque hasta para viajar es original. Gian Piero me confesó que el boleto en bussines (no hay primera en la ruta París-La Habana de Air France) resulta más barato para atravesar el Atlántico y que, además, La Habana es una ciudad maravillosa de la que salta a Cancún en vuelo directo, desde donde viajó a Mérida, donde lo esperaba en su nueva casa Paula Cussi, quien compró una hacienda de principios del siglo pasado, un antiguo ingenio azucarero en donde Marco Antonio Aldaco realizó un proyecto fabuloso. Paula, la viuda de Emilio Azcárraga, quiso alejarse de la Ciudad de México a raíz de todos los problemas que se suscitaron entre los hijos del magnate, Adriana Abascal, el último romance de "El Tigre", y la herencia de la que ella también formaba parte. Paula desmanteló su departamento de Reforma y Vertientes, y se fue a París, donde está viviendo prácticamente en la Rue Jacob, en un departamento de fábula que le decoró Allain Reynaud. Pero como tampoco quería dejar México del todo, pues aquí están sus raíces, se instaló en Mérida, donde pasa temporadas y en donde la visitan amigos que tiene de todo el mundo. Gian Piero Dotti es uno de ellos, él estaba encantado de haber visitado Yucatán. Aquí en el DF visitó el Centro Histórico y se encontró con viejos amigos como Joel Rocha, con quien se veía en los tiempos en que ambos vivían en Suiza de estudiantes, hace unos 50 años.
La cena en su honor en Fernández de Córdova reunió a Manolo y a María Therese Arango. "Pronto les daremos una sorpresa en el Museo de Artes Populares," me dijo esa noche...
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